FCM. Estamos en Cuaresma, y nuestra Semana Santa Marinera de Valencia, de interés turístico nacional, sentirá el Martes Santo el 26 de marzo de este 2013.La liturgia de la pasión siguiendo los últimos días de vida de Jesús continua
En el Grao, Cabañal y Cañamelar tendrán lugar procesiones vespertinas, Nuestro Padre Jesús Nazareno, la del Pretorio con Ecce-Homo y Columna, y los Pretorianos y por la noche la de las Siete Palabras de Afligidos.
Muchos semanasanteros vivirán intensamente las actuales fiestas josefinas, otros continuaremos sumidos en esa espera, en esa cuanta atrás, que algunos iniciaron hace bastantes días, y que este Vesta, va a intentar, transmitir sentimientos, a través de las fotos de Guallart. Estamos a 9 días para sentir en nuestras calles EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA DE VALENCIA, que comenzará con la Retreta en el Cañamelar. Ven y sumérgete en ella desde el 21 hasta el 31 de marzo en nuestra Valencia Marinera.
Como dijo
Diaz Tortajada:” Martes Santo: Es noche oscura, y no tanto por la
hora del día ni por la caída natural del sol; se trata más bien del ocaso de
las almas.
Jesús,
rodeado de sus amigos en una cena en donde se comparte mucho más que los
alimentos servidos, está dolidamente solo, agobiado de pesar en su soledad.
Varios
han compartido físicamente tres años de su vida junto a Él, pero no han estado
demasiado cerca de su corazón.
De la
cena en Betania pasamos a la última cena, en la cual Jesús se despide de sus
amigos.
En medio
de ella Jesús le ha lavado los pies a sus discípulos.
La comida
se interrumpe bruscamente y se da paso a tres escenas que culminan este
capítulo del evangelio de Juan:
El
anuncio de la traición de Judas; una enseñanza de Jesús sobre el
sentido profundo de su pasión y cómo ésta marcará la identidad de los
discípulos y finalmente el anuncio de las negaciones de Pedro.
En el
centro de todo está la persona de Jesús, quien conduce los acontecimientos que
se van narrando y dice las palabras fundamentales.
Por
eso, es a la luz de las palabras centrales de Jesús (segunda escena) que hay
que entender la contraluz que aparece tanto en Judas (primera escena: traición)
como en Pedro (tercera escena: negación).
La salida
de Judas de la sala está subrayada por una observación del evangelista: “Era de
noche”.
La
indicación es negativa y alude al ambiente espiritual negativo en que se mueve
el discípulo disidente: se pone al servicio del poder de las tinieblas.
Ya desde
el lavatorio de los pies, Jesús había dicho que no todos estaban limpios
aludiendo a quien le iba a entregar.
Ahora,
mientras continúa la cena, resulta que no todo es familiaridad en la sala: Allí
está Judas listo para la traición. Jesús, entonces, pone abiertamente el
delicado tema.
Jesús,
quien se ha sentido profundamente conmovido frente a la muerte de Lázaro,
también se siente conmovido frente a la perspectiva casi inmediata de su propia
muerte: “se turbó en su interior y declaró...”.
Jesús
sabe todo, tiene control sobre todo lo que ocurre y aún así no rehúye ante la
situación dolorosa personal: El terror de la muerte que ya se intuye en lo que
Judas va a hacer.
Jesús no
dice el nombre del traidor, pero éste se va descubriendo poco a poco.
La
iniciativa la toma Pedro, quien le pide al discípulo amado que le pregunte a
Jesús quién es el traidor.
El
discípulo amado hace la pregunta en privado y Jesús le responde enseñándole una
contraseña: “Es aquel a quien dé el bocado que voy a mojar”.
Y
efectivamente así lo hace, pero curiosamente el discípulo amado no se la cuenta
a Pedro, es una confidencia que el evangelista le cuenta al lector.
La
contraseña dada por Jesús correspondía a la cortesía habitual del anfitrión de
un banquete festivo con las personas más allegadas, se subrayaba así el vínculo
que éste tenía con sus comensales.
Pero
Jesús le ofrece un bocado al invitado indigno.
He aquí
un eco del Salmo 41,10:“Hasta mi amigo íntimo en quien yo confiaba, el que mi pan
comía, levanta contra mí su calcañar”.
Jesús
está dramatizando el Salmo. Entonces Satán entra en acción.
Su
derrota ya había sido anunciada: “Ahora el príncipe de este mundo será echado
fuera”.
Signo del
comienzo de la victoria sobre el mal es que es Jesús –y no Satán- quien
determina el momento de su entrada en acción.
La Pasión de Jesús llevará hasta sus últimas
consecuencias esta confrontación.
El
resto de la comunidad, excepto el discípulo amado, continúan ignorantes de lo
que está pasando en el momento en que Judas se pasa al lado de las fuerzas de
oposición a Jesús, perdiéndose en medio de la noche.
Jesús
comienza una nueva enseñanza apenas sale Judas. Éste ya era un cuerpo extraño
en la comunidad, las enseñanzas ya no tenían valor para él.
Jesús habla
ahora para quienes están dispuestos a permanecer con Él y con la comunidad.
Jesús
hace la revelación más grande que les puede dar sobre sí mismo y sobre la
comunidad.
Notemos
los contrastes: Judas salió en medio de la noche (símbolo del mal), ahora Jesús
habla de “Gloria” (relacionado con luz).
Judas
sale como una amenaza de la vida de Jesús, Jesús por su parte se refiere ahora
a la victoria de la vida (“Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre”).
Judas
rompe la comunión con el Maestro, Jesús habla de la comunión que tratarán de
mantener con él los otros discípulos (“Vosotros me buscaréis”) y más aún de la
relación profunda que sostiene con su Padre, la cual está a punto de revelarse
completamente (“Dios ha sido glorificado en él... le glorificará en sí mismo y
le glorificará pronto”).
Y
con qué palabras llenas de ternura ahora llama a sus discípulos: ¡Hijos míos!
La Pasión
de Jesús no es una desgracia, detrás de los oscuros acontecimientos hay una
revelación: la Pasión es la revelación de la “Gloria”, esto es, de la honda
relación recíproca entre el Padre y el Hijo en la cual circula la plenitud de
la vida.
“Gloria” es manifestación, visibilización del
luminoso esplendor de esta relación que, por medio del Verbo que encarna la
naturaleza humana hasta la muerte, está destinada a impregnar salvíficamente la
humanidad entera.
Pedro de
nuevo toma la iniciativa y esta vez interpela directamente a Jesús sobre la
frase: “A donde yo voy vosotros no podéis venir”.
La
pregunta “¿A dónde vas?” implica que detrás de la muerte de Jesús hay algo
más.
Hasta
aquí Pedro ha comprendido correctamente.
Es
justamente lo contrario de lo que han pensado los adversarios: se va al
extranjero a evangelizar griegos (7,35), se va a suicidar.
Jesús no
le responde la pregunta sino que insiste en su enseñanza inicial agregando “me
seguirás más tarde”.
Jesús subraya la imposibilidad de “seguirlo
ahora” (el término “seguir” aquí es importante: indica la vivencia de la Pasión
en condición de discípulo).
El
evangelista Juan está subrayando así que para que el discípulo esté en
condiciones de verdaderamente “tomar la Cruz” tendrá que ser salvado “primero”
por ella.
En
otras palabras, sólo puede amar a la manera de Jesús quien se deje amar
completamente por el Crucificado: “Si no te lavo, no tienes parte conmigo”).
Entonces
aparece la presunción de Pedro: “Yo daré mi vida por ti”.
Aquí
Pedro utiliza los mismos términos del “Buen Pastor” (ver la repetición de “dar
la vida por”), pero está confundiendo los roles.
Pedro no
ha comprendido el sentido de la Pasión.
Quiere
salvar al Salvador, olvida que el discípulo debe dejar ir a Jesús primero, que
intentar seguir a Jesús por sí mismo es exponerse al fracaso en su seguimiento.
Paradójicamente,
y a fin de cuentas, Pedro terminará negando a Jesús para poder salvar su propia
vida.
Su
presunción será derrotada cuando agotado en el límite de sus fuerzas reconozca
que Él necesitaba de esa Cruz. Entonces comenzará para él un nuevo día (canto
del gallo)."
Estamos
a 9 días para sentir en nuestras calles EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA
MARINERA DE VALENCIA, que comenzará con la Retreta en el Cañamelar. Ven y junto
a las gentes del Cabañal, Cañamelar y Grao, desde EOS, te recomendamos que te
zambullas en ella desde el 21 hasta el 31 de marzo vivirás
devoción, fe sentimiento, tradición y cultura junto al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario