lunes, 18 de marzo de 2013

EL VESTA:3 DIAS PARA SENTIR EN NUESTRAS CALLES EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA DE VALENCIA

FOTOS FCM Y MANOLO GUALLART 
FCM. Estamos en Cuaresma, y nuestra Semana Santa Marinera de Valencia, de interés turístico nacional, sentirá el Sábado Santo el 30 de marzo de este 2013.Finalizamos eL TRIDUO PASCUAL.Sábado Santo es día de silencio y contemplación en los Poblados Marítimos en lo litúrgico, las cuatro parroquias que conforman nuestra Semana Santa Marinera iniciarán la Vigilia Pascual con la bendición del fuego, liturgia de la palabra, bendición del agua y bautismo de neófitos. La Vigilia Pascual comenzará a oscuras, con la luz del Cirio Pascual, como metáfora del paso de la oscuridad a la luz que supone la Resurrección como nos dice nuestro Prior el reverendo Juan Pedro Escudero.
En el Grao, Cabañal y Cañamelar tendrán lugar procesiones  por la tarde noche, La Cruz y el Sudario de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el Cristo de la Piedad del Salvador, el Yacente del Santo Sepulcro.Y la de Gloria de SHEMYRS.
Muchos semanasanteros vivirán intensamente las fiestas josefinas que cierran hoy las ofrendas, y la esplendorosa nit de foc, otros continuaremos sumidos en esa espera, en esa cuanta atrás, que algunos iniciaron hace bastantes días, y que este Vesta, va a intentar, transmitir sentimientos, a través de las fotos de Guallart. Estamos a 3 días para sentir en nuestras calles EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA DE VALENCIA, que comenzará con la Retreta en el Cañamelar. Ven y sumérgete en ella desde el 21 hasta el 31 de marzo en nuestra Valencia Marinera.
 
 Como dijo Diaz Tortajada: “Sábado Santo o Noche de Gloria. ¡Ha resucitado Jesús el crucificado!
 Después de haber acompañado a Jesús el Gran Viernes Santo en su camino de pasión hacia la muerte –explicada anticipadamente en la Eucaristía del Jueves-, y después de habernos detenido en una meditación silenciosa en la aridez del Sábado Santo, celebramos la Vigilia Pascual,
 la vigilia de las vigilias, “la madre de todas las vigilias”, como la llamó San Agustín.

Esta noche es diferente a todas las demás noches del año. San Gregorio de Nisa, en el Siglo IV d C, describió la emoción que se vive en una noche como ésta:
“¿Qué hemos visto? El esplendor de las antorchas que eran llevadas en la noche como en una nube de fuego. Toda la noche hemos oído resonar himnos y cánticos espirituales. Era como un río de gozo que descendía de los oídos a nuestras almas, llenándonos de buena esperanza... Esta noche brillante de luz que unía el esplendor de las antorchas a los primeros rayos del sol ha hecho con ellos un solo día sin dejar intervalos a las tinieblas”.


 Y es que la riqueza de los símbolos que van apareciendo gradualmente nos ayudan a percibir la grandeza del mensaje pascual:
 El FUEGO nuevo que brilla en el cirio pascual nos recuerda la columna de fuego que acompañó el caminar nocturno del pueblo de Dios en su éxodo, es el símbolo de Jesús “luz del mundo” y del fuego encendido por le Resucitado en los corazones.

El GLORIA, antiguo himno celebrativo de Cristo, cuya alusión a las palabras del ángel en la noche de la navidad evoca en esta otra noche el sentido pascual de la encarnación y nacimiento del Mesías.
El ALELUYA pascual, el himno de los redimidos, cantar de los peregrinos que han emprendido la ruta hacia la patria definitiva.
El AGUA regeneradora, signo de la vida nueva en Jesús “fuente de vida”. Renovando nuestra profesión de fe bautismal, declaramos que adherimos a su vida nueva, entrando en comunión con Él.
El BANQUETE pascual que celebramos en la liturgia eucarística, comida del y con el Resucitado. De hecho, la Resurrección de Jesús alcanza su sentido pleno en nosotros cuando lo comulgamos en la Eucaristía, el sacramento pascual por excelencia, poniéndole fin al ayuno cuaresmal.


Y en medio de esta espera vigilante, la Palabra de Dios --Palabra creadora y salvífica-- va diseñando un itinerario digno de ser vivido paso a paso.
Una vez que hemos cantado el PREGÓN pascual, nos sentamos para escuchar nueve lecturas, siete del Antiguo y dos del Nuevo Testamento. El Templo sigue parcialmente a oscuras –con el Cirio Pascual en lugar destacado- porque hacemos la escucha de la Palabra simbólicamente a la luz de Cristo Resucitado, centro del cosmos y de la historia. Ahora la luz es la Palabra, signo concreto de la presencia del Resucitado.

 De esta forma recorremos emocionados el camino pascual de la Palabra, la cual traza un arco entre la primera creación y la nueva y definitiva creación en la Resurrección de Jesús, pasando entretanto por los principales acontecimientos de la historia de la salvación. En este marco histórico comprendemos también el alcance y el significado de las antiguas palabras proféticas.

En fin, cada acontecimiento y cada palabra de Dios en la historia humana, quiere expresar el amor misericordioso de Dios por nosotros, su deseo de hacernos participar en la vida de su Hijo, haciéndonos pasar de la noche y de la oscuridad de la muerte a la luz de la vida.
Es así como contemplamos, paso a paso, todo lo que Dios ha caminado con su pueblo para realizar su plan de hacernos a todos una sola realidad en Jesús Resucitado, en quien, como dice un Padre de la Iglesia: “Las cosas divididas se reunieron y las discordantes se aplacaron... la misericordia divina reunió desde todos los lugares, los fragmentos y los fundió en el fuego de su amor, restituyéndoles su unidad primera”.



Primera lectura: Génesis 1,26-31“Dios vio que todo lo había hecho era bueno”.El autor de este hermoso poema de la creación parece escribir para un pueblo que está en el exilio y se encuentra afligido por la tragedia de la deportación. En esta situación, el pueblo corre el riesgo de perder la esperanza en la bondad de Dios y en su acción creadora. Es por eso que se presenta la creación como una especie de liberación. Esto lo notamos en la insistencia en el número “siete”, que hace del “descanso-sábado” de Dios el culmen de la creación (ver Génesis 2,3).



A lo largo del poema, como si se tratara de un estribillo, se insiste en el hecho de que toda obra creada es buena (ver Génesis 1,10.12.18.25), para terminar proclamando que Dios se complace en la mayor de todas sus obras: el hombre (“Y vio que todo estaba muy bien”, 1,31). Es así como se refirma que la esperanza de la vida tiene su fundamento en la misma creación de Dios.
Esta acción creadora tiene su fuente en la “Palabra de Dios”, palabra soberana que libera del caos y separa de todo elemento negativo. Es la misma Palabra que Israel ha conocido en su historia profética. Y esto crea un puente entre la creación y la historia de la salvación.
Es desde esta perspectiva como comprendemos el primado de Cristo tanto en el orden de la primera creación como el de la nueva creación, ya que Él es plenamente la “imagen de Dios” (ver Colosenses 1,18; Romanos 8,29; Jn 1,2-3), el que conduce a la humanidad hacia el sábado eterno de Dios (ver Hebreos 4,11).



Segunda lectura: Génesis 22,1-18“Y Abraham obedeció al Señor”- En la tradición rabínica se habla de cuatro noches fundamentales en la historia de la salvación: (1) la de la creación, (2) la del sacrificio de Abraham, (3) la de la salida de Egipto y la última (4) será la de la venida del Mesías (“Poema de las Cuatro Noches”, inserto en el Tárgum palestino de Ex 12,42).
En este momento leemos el relato de la noche de la fe de Abraham: Dios le pide el sacrificio de su hijo. Abraham se presenta como modelo de creyente: su fe es obediencia, camino en la noche, subida al monte, encuentro con Dios que abre un nuevo futuro.



Esto es lo ejemplar de Abraham: se requiere la fe y un amor que ponga a Dios por encima de todos los amores, aún los más entrañables. 
Desde esta segunda lectura vislumbramos la experiencia de la fe como inicio de la nueva historia que se realiza en Jesús muerto y resucitado.  De hecho, el misterio pascual sólo puede ser acogido en una libertad obediente como la de Abraham. Este desafío será vivido en esta misma noche, en la liturgia bautismal, cuando seamos interrogados por nuestra fe; pero no cualquier fe sino aquella que por el amor a Dios es capaz de cualquier renuncia.



Tercera lectura: Éxodo 14,15-15,1“El Pueblo pasó a pie descalzo en medio del mar”-El del paso del Mar Rojo es relato emocionante que retiene toda nuestra atención. Éste merece un estudio profundo (pero este no es el espacio).
La Iglesia lee en la riqueza del simbolismo del paso del mar una tipología del bautismo cristiano, así como lo hizo Pablo: “Todos fueron bautizados en Moisés, por la nube y el mar...Todo esto les acontecía en figura, y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos” (1ª Corintios 10,2.11).
Los Padres de la Iglesia vieron en este texto un relato de “nacimiento”, tipo del nuevo nacimiento “en Cristo”.  Este nacimiento es una liberación de todas las fuerzas del mal, concretado en el pecado.


En esta celebración este texto es revivido en el lucernario: la procesión de la luz –con el cirio pascual que representa la nube-, enseguida el himno del “Pregón” pascual, con todas sus referencias poéticas al relato del paso del mar (releído tipológicamente), y más finalmente su inmersión en el agua que es bendecida para el bautismo.


Cuarta lectura: Isaías 54,5-14-“Tu redentor es el Señor”. Después de los relatos fundamentales de la Creación, la fe del patriarca Abraham y el paso del Mar Rojo, comienza el ciclo de las Profecías.
De nuevo el pueblo de Dios se encuentra en una situación difícil. El profeta Isaías dirige a él para “consolarlo” con palabras de amor como “Mi amor de tu lado no se apartará” (54,10a).  Se despliega así una serie de imágenes cargadas expresiones afectivas para infundir en el corazón de todos que Dios se ocupa de verdad de los suyos y que tiene la fuerza para sacarlos de las situaciones dolorosas en que se encuentran. El Señor es un Dios que “quiere” y “puede” redimir a su pueblo.



La redención conduce al “matrimonio” con el Amado Dios: “Mi alianza de paz no se moverá” (54,10b). La Alianza es una relación íntima, amorosa y esponsal con el Dios que nos ha librado y que espera que lo escojamos desde nuestra nueva situación de hombres libres. Nótese en la lectura la fuerza de la imagen en la que Dios “salva” a la viuda Israel, llevándola al matrimonio (ver 54,11-14).
La liturgia de esta noche nos llevará a la renovación de la Alianza con Dios que sellamos en el Bautismo.



Quinta lectura: Isaías 55,1-11.“Así será la palabra que salga de mi boca”.Esta lectura habla del misterio y de la eficacia de la Palabra de Dios. Así se explica cómo se vive internamente la circularidad de amor y de voluntad en la Alianza con Dios.
El énfasis de la profecía está en el anuncio de todas las palabras que él ha pronunciado –en cuanto Palabras de Dios- serán eficaces y verdaderas, ya que fue Dios mismo quien se comprometió a cumplirlas.
Es Dios quien proyecta y dirige la historia. Él sabe sacar bien de dentro del mal que padecemos por nuestras malas opciones. Así lo hizo en el exilio. Es como la lluvia que se esconde en la tierra y allí fecunda el suelo, permitiendo la germinación de nuevos frutos. Así es el obrar de Dios.
El profeta nos hace entender que Dios es “cercano” y al mismo tiempo “lejano”. Es “cercano” porque nos da su Palabra, nos perdona y nos ofrece tiempos especiales para el encuentro con Él.  Es “lejano” porque su modo de conducir los proyectos siempre nos sorprende, no se deja aprisionar en la lógica y el cálculo humano.


En el misterio pascual de Cristo, la lógica de Dios que “descuadra” todos los raciocinios humanos, es el paradigma definitivo del actuar divino.



Sexta lectura: Baruc 3,9-15.32-4,4: “Todos los que la retienen alcanzarán la vida” Llegamos ahora a una meditación sapiencial contenida en Baruc. Se dice que el pueblo fue al exilio porque abandonó el camino de la sabiduría: “¡Es que abandonaste la fuente de la sabiduría!... Si hubieras andado por el camino de Dios...” (3,12). El camino de retorno deberá ser un volver a la sabiduría: “Vuelve, Jacob, y abrázala, camina hacia el esplendor bajo su luz” (4,2).
Pero, ¡atención!, no se trata de una sabiduría esotérica ni de nada parecido, se trata de la sintonía con Dios a la hora de actuar, es decir, una comunión de voluntades. En otras palabras, vivir sabiamente es vivir a la manera de Dios.
El profeta anuncia con mucho vigor que ha aparecido sobre la tierra esta sabiduría, como un don, y que ella ha vivido en medio de los hombres.
La patrística ha visto en esta sabiduría una alusión a Jesús y una invitación a la conversión. La “vida nueva” en Cristo resucitado es el logro de esta sabiduría.



Séptima lectura: Ezequiel 36,16-28:“Os rociaré con agua pura... os daré un corazón nuevo”
En este pasaje la revelación del Antiguo Testamento alcanza uno de sus vértices: la promesa de la “nueva alianza” (ver también Jeremías 31,31-34).
La nueva Alianza es una obra de Dios con su pueblo pecador.  Es así como vemos que Dios no interviene en la historia para humillar al hombre sino para purificarlo de sus pecados.
Como en la lectura anterior, la situación negativa que vive el pueblo ha sido la consecuencia de su mal obrar. Y esta situación de desgracia ha deshonrado el “Nombre” de Dios. Los paganos se burlan de Yahveh: ¿Quién es ese Dios que tiene a sus hijos dispersos y sufriendo en tierra extranjera? Esta burla es una profanación del “Nombre” de Dios: “Y en las naciones donde llegaron profanaron mi santo nombre haciendo que se dijera a propósito de ellos: ‘Son el pueblo de Yahveh, y han tenido que salir de su tierra’” (36,20).
Pero de repente, Dios mismo realiza un acto inesperado, para que se vea la santidad del “nombre del nombre del Señor”, Dios repite los prodigios del éxodo trayendo a sus hijos a casa (“Os tomaré de entre las naciones, os recogeré de todos los países y os llevaré a vuestro suelo”, 36,24) y sellando con ellos una nueva Alianza (“Vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios”, 36,28).



La “nueva Alianza” tiene como característica distintiva el hecho que transforma al pueblo “desde dentro”, desde lo profundo del corazón, para superar así el pecado de manera radical: “Os rociaré con agua pura y quedaréis purificados... Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo...”, 36,25.26).  Se trata de una pascua que culmina en una Alianza definitiva.
Octava lectura: Romanos 6,3-11: “Sepultados en su muerte para vivir con Él”.En esta catequesis Bautismal, Pablo nos remite al rito de la inmersión en el agua para poner de relieve que el Bautismo nos une totalmente a la Cruz de Jesús hasta tal punto que podemos decir que hemos sido crucificados y sepultados con Él.



Esta participación se extiende, no sólo a la muerte de Cristo, sino también su resurrección: “Fuimos, pues, con él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva” (6,4).
Por eso Pablo exhorta para que el bautismo no se vuelva un símbolo que se agota en sí mismo, como si fuera algo pasajero que no va más allá del rito del agua.



El bautismo, señala Pablo, compromete la libertad del creyente que hace bautizar: debe llegar a ser lo que verdaderamente es, es decir, vivir adherido a Cristo y hacer todos los aspectos de su vida una expresión visible de esta condición existencial de muerte al pecado: “Así también vosotros, consideraos como muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús” (6,11).
El Bautismo sella la Alianza definitiva con Dios haciéndonos una sola realidad con Jesús: “Si nos hemos hecho una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección semejante” (6,5). En esta tremenda e indisoluble unidad se rompen las cadenas del pecado (ver 6,6) y se comienza a “vivir para Dios” (6,10).



Evangelio: Lucas 24, 1-12: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado”. El camino de la Palabra llega a su punto culminante. Celebramos la vivificante resurrección de Cristo proclamando con fuerza el Mensaje Pascual: ¡JESÚS ESTÁ VIVO! Es así como en esta última lectura se anuncia que la creación nueva y definitiva ha sido inaugurada en la gloriosa resurrección de Jesús, la “obra maestra” de Dios Padre.

 
Pero en lo humano será día de arreglar cosas en las cofradías y en el Museo, y preparar juegos para los niños que sin darse cuenta están recibiendo la tradición de sus mayores.Y estos, los mayores dirán que si tal Cofradía produjo un corte, que si la lluvia de la mañana fastidió los Via Crucis, que si había más o menos gente que el año pasado, otros dirán que ...me saques en EOS. 
Las cenas en los locales sociales y las barbacoas se darán en Cabañal y Cañamelar mientras los templos encienden el CIRIO PASCUAL.

Y al toque de gloria por la Resurrección se producirá una mezcla de sensaciones de todo tipo, y se conjugarán actos lúdicos que al desbordarse la alegría dará lugar a múltiples interpretaciones, la fiesta lo invade todo, y el límite siempre está, y depende de cada miembro de una asociación pública de fieles, sobrepasarlo o no. 
Pero todo eso forma parte de la propia idiosincrasia de los Poblados Marítimos y su religiosidad popular. 
La alegría también se reflejará en las calles, algunos cofrades cogerán el tambor y con un sombrero simulando un capirote recorrerán las calles

PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
 
•20:15 horas: En el local social de la Hermandad del Santo Sepulcro, calle Escalante núm. 49, interpretación del Himno a Cristo Yacente,
  
y a continuación traslado en emotiva procesión de su imagen titular del Santísimo Cristo Yacente al Templo Parroquial por el siguiente itinerario: Escalante, Mariano Cuber, Barraca, Mediterráneo, José Benlliure, Arcipreste Vicente Gallart, Rosario, Plaza Iglesia del Rosario. 
•23:00 horas: Celebración de la Vigilia Pascual, con la Bendición del Fuego, Procesión del Cirio Pascual, Oficio de Lecturas, Canto del Gloria, Bendición del Agua y Bautismo de Neófitos, siendo presidida por la imagen de Cristo Resucitado de la Hermandad de Vestas del Santísimo Cristo del Buen Acierto.
PARROQUIA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES
 
•20:00 horas: Procesión del Stmo. Cristo Yacente de la Piedad por la Hermandad del Stmo. Cristo del Salvador, desde la Parroquia, por el siguiente itinerario: Parroquia, Pintor Ferrandis, Plaza Vallivana, Travesía Espadan, Escalante, Remonta, Pedro Maza y Parroquia de Ntra. Sra. de los Ángeles, donde finalizará.•22:30 horas: Vigilia Pascual en la Parroquia.

•24:00 horas: La Real Hermandad de Jesús con la Cruz y Cristo Resucitado efectuará la Solemne presentación de la Resurrección del Señor en el local social sito en la calle Pedro Maza 7, el cual permanecerá abierto para su exposición y veneración hasta las 03:00 horas de la madrugada

PARROQUIA DE SANTA MARÍA DEL MAR


Al medio día paellas de las Cofradías y Hermandades del Grao en la calle Ernesto Anastasio

•21:45 horas: Procesión de la Cruz con Sudario y como siempre portada sobre el pecho de un cofrade de La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Itinerario: Calle Cristo del Grao, José Aguirre, San José de la Vega, Francisco Cubells, Francisco Baldomá, José Aguirre, Atarazanas, entrada al Templo.la Parroquia Santa María del Mar, 
 
al toque de Gloria, se encontrará el Jesús de Medinaceli con su madre en el interior del templo.
PARROQUIA DE JESÚS OBRERO - SAN MAURO •23:00 horas: Solemne Vigilia Pascual y Misa de Gloria.

PARROQUIA DE CRISTO REDENTOR - SAN RAFAEL ARCÁNGEL
•23:00 horas: Solemne Vigilia Pascual, con Bendición del Fuego, Liturgia de la Palabra, Bendición del agua, Bautismos y Eucaristía

24.00 horas, la Santa Hermandad de la Muerte y Resurrección del Señor realizará la Procesión de Gloria con la imagen de Jesús Resucitado, 
en la que visitará a la imagen del Santísimo Cristo del Perdón sobre las 00.45 horas, donde se efectuará un acto de confraternidad un año más.
 
  Estamos a 3 días para sentir en nuestras calles EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA DE VALENCIA, que comenzará con la Retreta en el Cañamelar. Ven y junto a las gentes del Cabañal, Cañamelar y Grao, desde EOS, te recomendamos que te zambullas  en ella desde el 21 hasta el 31 de marzo vivirás devoción, fe  sentimiento, tradición y cultura junto al mar.

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