SANTA MARIA DEL MAR CELEBRÓ UNA MISA POR EL ETERNO DESCANDO DE MONSEÑOR SANUS

(Desde El Cañamelar y El Rosario, José Ángel Crespo Flor) El ya difunto D. Rafael Sanus,obispo auxiliar emérito de Valencia, de 1989 a 2000, y natural de Alcoi (29 de agosto de 1931) puede que haya sido el prelado que más veces pisase la parroquia de El Grao, sobre todo cuando Ella estaba regida por D. Salvador Marqués. Ello es lógico que fuese así porque el ahora obispo difunto fue compañero de carrera de D. Salvador. Y claro, entre ambos existía una profunda y sincera amistad. Una amistad que ninguno escondía y una amistad que mostraban abiertamente.
Ante la muerte imprevista de D. Rafael quiero refrescar algo que me caló y además muy profundamente. En una de sus visitas D. Rafael dirigiéndose a D. Salvador le dijo : " Salvador ¡qué bien se está aquí. Santa María del Mar es la catedral del Grao y yo el obispo de esa catedral". Una frase que viene a resumir el alto grande de amistad que ambos se profesaban pero también la profunda huella que dejó el edificio de Santa María en el prelado valenciano. Con esto no quiero que se me malinterprete - y si algiuno lo hace pues, peor para él- pero D. Rafael, sobre todo cuando en Santa María del Mar estaba D. Salvador se encontraba como en su propia casa. No hace falta decir que D. Rafael y D. Salvador fueron compañeros de carrera y ambos además, se apreciaban muy sinceramente. A estos dos se les solía unir Ricardo Arnau Zamorano, en la actualidad párroco emérito de l' Eliana. Los tres hacían gala de una amistad muy sincera y que irradiaba cercanía. Incluso, sé de buena tinta, que ambos, D. Salvador y D. Ricardo, buenos conocedores del arte, dieron forma al báculo que los compañeros de D. Rafael le obsequiaron cuando fue nombrado obispo auxiliar de Valencia. Otro detalle: a los tres les ha gustado la música clásica y los tres han sido favorables a utilizar el valenciano en las diferentes Eucaristías.
Deseo huir de cualquier sentimentalismo pero una cosa sí que es cierta y esa cosa a la que nos referimos es que D. Rafael para cualquier sacerdote era el maestro perfecto y el compañero ideal para tenerlo como amigo de ahí la gran legión de sacerdotes de nuestro clero que han 'bebido' en sus fuentes teologales. Una fuentes que se podría resumir y de hecho se resumen en sabiduría, inteligencia, estudio, claridad, compromiso, compañerismo y amistad algo, todo esto, que los sacerdotes encontraban en el prelado fallecido en la madrugada del jueves al viernes.
Santa María del Mar (Grao - Valencia), por aquello de celebrar Misa todos los días por la mañana, fue la primera parroquia del Marítimo en la que se ofició una Misa por el eterno descanso de D. Rafael. La realizó el sacerdote cubano, adscrito a esta Parroquia, Olbier Antonio Hernández Carbonell. Antonio Díaz Tortajada, párroco del Grao, tuvo tiempo para rememorar sus años como estudiante y cómo él 'bebió también' de las mismas aguas . "Decir hora que con él aprendimos mucho puede sonar a hueco pero unas cosa sí que es cierta: D. Rafael fue un gran formador de personas primero y luego, de futuros sacerdotes. El se encontraba feliz cuando estaba con sus sacerdotes y muchos son los que han acudido a él para solicitarle cualquier tipo de aclaración".