José Vilaseca Haro es un escritor, hijo del que fuera Secretario General de nuestra Junta Mayor, Pepe Vilaseca Pizá.-JOVIPI.Cuyo galardón en su recuerdo otorgamos cada tres años a personas o entidades que difundan nuestra Semana Santa Marinera.
La obra creativa de JOVIHA comenzó en 1998.A lo largo de los años, ha participado en diversos certámenes literarios locales, hasta que, decantado definitivamente por la novela, en 2007 presentó su obra Llamadme Monstruo al Premio Planeta. Probó suerte de nuevo con la obra Padre Muerte, en la edición de 2008 , que finalmente publicaría en 2009, y en la última edición de dicho certamen participó con Los últimos días.En 2011, quedó finalista del VII Certamen de Novela Histórica "Ciudad de Valeria", con su novela Gladius Hispaniensis. En 2012 se alzó con el VIII Certamen de Novela Histórica "Ciudad de Valeria" con su novela Sidi: Mi señor, ambientada al final de la Primera Cruzada.
Su último libro es HISTORIA DE VALENCIA EN PILDORITAS presentado este mes en la Casa Museo de la SSMV.
En el año 2013 fue el encargado de realizar el “introito” en el Sopar de la Creu Marinera y que lo volverá a realizar este año, pues serán dos Jose Ombuena y él mismo.En junio del pasado año fue el encargado de realizar la CHARLA INAUGURAL de la jornada de UNA DECADA DE DIALOGO SEMANASANTERO DE EOS.
, y ahora sigue compartiendo con los lectores de este blog una serie de artículos de su cosecha.Aqui teneis uno nuevo,
FOTOS VARIOS AUTORES
UNA ENFERMEDAD HEREDITARIA
Por José Vilaseca Haro
Escritor
El
pasado viernes, cofrades, colaboradores y personas muy cercanas a la Real Hermandad de la Flagelación del Señor
y de la Hermandad
del Santísimo Cristo de la Palma ,
compartimos durante la
Eucaristía en la
Iglesia de Santa María del Mar, la experiencia de ver cómo se
imponían las medallas a los nuevos cofrades; en mi caso particular, sentí el
enorme orgullo de ver a mi madre y a mi hijo mayor, llevando de la mano a
Miguel Ángel, el más pequeño de la familia, para recibir esta medalla.
Hace
unos días, en una de las muchas presentaciones literarias que he podido
compartir en los últimos meses, recordaba la reflexión de Isidro Carbonell,
compañero escritor, donde aseguraba que la escritura era una enfermedad
contagiosa; sentado en el banco de la iglesia, pensé que la Semana Santa Marinera
no solo es una bendita enfermedad contagiosa... sino que también es
hereditaria.
A
lo largo de muchos debates y charlas durante las cenas de EOS, hemos podido
compartir esta realidad incuestionable: muchos, muchísimos de los
"semanasanteros" que trabajamos por la Fiesta , que salimos a la
calle los días de Pasión y Muerte, tuvimos padres y madres semanasanteros.
En
la última Asamblea General, por ejemplo, observé a mi buen amigo Juanma Peris,
mirando atentamente cómo intervenía su padre, Juanma Peris. O, a mi lado, a
Juan Ramón Huélamo, con quien bromeé (como casi siempre), a costa de su padre,
Juan Huélamo. O, por qué no, tuve la oportunidad de saludar con mucho cariño a
mi compañero desde 5º de E.G.B, Rubén Eleuterio, cuyo padre acompaña al mío
desde la tribuna que los semanasanteros tienen muy cerquita de Nuestro Señor.
Así
que si, si el primero fue JOVIPO y después vino JOVIPI, no es raro que le siga
JOVIHA... y, ahora, JOVIGA o MIVIGA, uniéndose Josete y Miguel Ángel a esta
estirpe de cuatro generaciones. ¿Cuántos de vosotros, amigos y amigas, no
habéis tenido padres, madres, abuelos o hijos, procesionando a vuestro lado?
Lo
dicho: Estoy orgulloso de ser semanasantero, de que mis hijos lo sean, y de que
formen parte de esa gran familia que es la Semana Santa Marinera
(y, por qué no decirlo, de esa "pequeña gran familia"
que es la Real Hermandad de la Flagelación del Señor
donde, curiosamente, también otros insignes semanasanteros sufren de esa
maravillosa enfermedad contagiosa y hereditaria.
Un
cordial saludo.
¡Grande! Don José. Gracias por tus reflexiones esta, en concreto, muy acertada pese a que yo no tuve familiares semanasanteros.
ResponderEliminarCierto Maní pero a tu hija y a tu mujer les contagiaste el virus semanasantero.
EliminarRealmente, una reflexión muy sentida. Un abrazo
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