Un
grande del periodismo festivo en nuestra ciudad, santo y seña de LAS PROVINCIAS
de su época, como es mi amigo MANUEL ANDRES FERREIRA, continua con LA TRONERA en EOS.
El
Cabanyal, entristecido
Un
mes de julio de 1987, el Cabanyal vivió una página de su historia, nada
gloriosa. Me refiero al cierre definitivo de la parroquia de San Rafael
Arcángel, sin que el arzobispado interviniese
en su favor. De ahí la tristeza, rabia e indignación de la feligresía
reflejada en sus rostros la noche que se procedió al cierre definitivo de “su
familiar parroquia”.
Tuve
la suerte de asistir y dar fe de lo acontecido en las páginas de LAS
PROVINCIAS, un 3 de julio de 1987, ilustrando la noticia con las fotografías
realizadas personalmente y que forman parte de mi archivo; archivo que voy
desempolvando y me reporta muchas alegrías acerca de momentos de la Semana
Santa, algunos olvidados por mi.
Así
en compañía de un grupo de amigos de la Semana Santa contemplamos como las
puertas de la parroquia se cerraban para siempre tras la salida del Cristo del
Salvador y del Amparo, que fue trasladado solemnemente hacia su nueva morada en
la iglesia parroquial de Cristo Redentor, en su actual emplazamiento.
En
este peregrinar nocturno se volcaron hermandades y cofradías integradas en San
Rafael y que desde esa noche pertenecerían a otra sede parroquial. La imagen
del Cristo del Salvador y del Amparo fue acompañada en silencio por las calles
del Cabanyal y portada alternativamente por varios componentes de la
feligresía; si numeroso fue su acompañamiento más multitudinaria fue la
asistencia de fieles a la parroquia de Cristo Redentor donde esperaban a la
comitiva. Las salvas de ordenanza y el Himno Nacional recibieron la imagen, al
igual que a su salida de su antigua casa.
Allí,
jóvenes, mujeres, niños y hombres curtidos por los años se fundieron en un
abrazo y se disputaron el oder tocar o besar a la sagrada imagen. Estoy seguro
que muchos recordarán el hecho, de no ser así sirva la presente crónica para
refrescar la memoria e información para los más jóvenes semasanteros.
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