FCM.- La vida tiene casualidades, y mientras mi padre militaba en la Hermandad de Vestas del Santísimo Cristo del Buen Acierto en aquel año 1953, bien pudo hacerlo en los Afligidos con su amigo Cot, y allí habría coincidido con otro vecino del Cañamelar, que aquel año se enfundaba el traje amarillo. Ambos años más tardes coincidirian en la Universidad al ser de la misma promoción de Graduados Sociales, tal como vi en sus orlas.
Menos imaginaban que años después sus hijos Alicia y Paco se conocerían contraerían matrimonio y por tanto sus nietos serían los mismos.Y es que mi suegro Ramón Garzó Tarazona, fue cofrade de la hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos en 1953, año de esta instantánea que me ha entregado.
Y esto viene a cuento, de lo que publicó en EOS en junio pasado, el amigo Jose Angel Crespo que andan elaborando un censo de todos los que hayan pertenecido alguna vez al colectivo que venera al Patrono del Cañamelar.
Actualmente Ramón Garzó se dedica a disfrutar de su familia, su mujer, sus hijos y sus cinco nietos.Aunque tanto sus nietos Diego como Sergio, al igual que Juanfran militan en la Hermandad de Vestas del Santísimo Cristo del Buen Acierto, ya que su padre es el que suscribe.
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