HAGAMOS DE NUESTRO CUERPO UN TEMPLO
Por Antonio Díaz TORTAJADA
Sacerdote-Periodista
Sacerdote-Periodista
Querido cofrade:
1.- Estamos en plena Cuaresma. Tiempo de intensificación de la lectura de la Palabra de Dios: Ella es descanso del alma.
Los textos bíblicos de este domingo son sugestivos y nos invitan a una transformación radical de nuestra vida.
El texto de la primera lectura puede comprenderse mejor desde el segundo versículo: “Yo soy el Señor tu Dios que te saqué de Egipto, es decir, de la esclavitud” (Ex 20.2); preámbulo a los mandamientos o a las diez palabras (decálogo) que fundamentaron la liberación de Egipto como pedagogía de la libertad.
Los mandamientos son las propuestas por parte de Dios para la total liberación del hombre, de todo hombre no importa cuál sea la esclavitud.
Esclavitud: Ídolos, blasfemias, adulterio, matar, secuestrar, robar, mentir, codiciar, etc… la base de todas es la idolatría.
En el proceso de la fe se requiere reconocer los ídolos para saber luchar con nuestras esclavitudes y saber en dónde debemos contar con el Amor de Dios.
El domingo por ser memorial de liberación es un día providencial de lucha contra el mal. El domingo es para hacer el bien. Un poco más adelante el Éxodo llena el domingo de razones humanitarias y signos de solidaridad (Ex 23.12).
Con el salmo 19, reconocemos que “la Palabra del Señor es eterna, descanso del alma, alegra el corazón, da luz a los ojos, más preciosa que el oro y más dulce que la miel”. La Palabra de Dios es un descanso permanente como si siempre fuera domingo.
2.- Pablo vivía inmerso en el mundo judío y griego; el primero buscaba y requería de signos sobre su Mesías que no llegaba y los paganos buscaban sabiduría, doctrinas filosóficas para su Salvación; pero ambos tenían en común la no aceptación de Jesús como Mesías crucificado, permaneciendo ciegos y sordos a la predicación del Mesías Crucificado de Pablo, “Poder y sabiduría de Dios, sabiduría y poder mayor que el de los hombres”
3.- Los creyentes estamos invitados por el Evangelio de hoy a una conversión muy sugestiva: hacer de nuestro cuerpo un templo como lo hizo Jesús, “el santuario del que hablaba era su cuerpo” y cuando Jesús resucitó de entre los muertos, sus discípulos cayeron en cuenta de que a eso se refería y dieron fe a la Escritura y a las palabras que había dicho Jesús (Evangelio). Este es el cuerpo que el evangelista Juan pone en el evangelio de hoy, en el contexto de la muerte y resurrección de Jesús, reemplazando el culto antiguo del Templo, por el culto nuevo centrado en el Cuerpo de Jesús.
La Iglesia nos invita en la Cuaresma a que nuestro cuerpo sea cuerpo como el cuerpo de Jesús, mediante el ayuno, la oración y la solidaridad y saquemos del templo de nuestro cuerpo a los vendedores y cambistas de dinero y todos los ídolos que han hecho de nuestra vida un mercado.
La devoción del santo viacrucis en cuaresma, es nuestro propio itinerario hacia la Pascua. El icono más sagrado del cristianismo presente en toda la cuaresma es el cuerpo crucificado, con su anatomía de cuerpo entregado por nosotros, perfecto por la entrega plena.
El viacrucis imprime en el alma la imagen del cuerpo de Jesús Resucitado, y no lo que alternativamente hoy se hace con el cuerpo humano: Pornografía, objeto de comercio, compra y venta del cuerpo.
Cordialmente,
Antonio
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