(Desde El Cañamelar, Valencia, José Angel Crespo Flor. FOTO PACO CELDRÁN).- Cuando ya atisbamos en el horizonte el final de este mes de Mayo es cuando hay que poner más interés en hablar de María y en intentar plasmar en este 'blog' de EOS la grandeza de la Madre de Jesús.
En este poema, publicado en 'Vilanova Maris', el semanario de la parroquia Santa María del Mar que dirige y coordina Antonio Díaz Tortajada, no he querido dejar pasar la ocasión de plasmar aquí este bello poema. Un poema que si es de ahora, porque Mayo es el mes de María, también lo es de Semana Santa, algo que los del Marítimo siempre tenemos muy en cuenta.
Un buen poema para acercarse hoy viernes a Santa María del Mar (en la Grao, junto a la Avenida del Puerto) y orar en la capilla de la Eucaristía, done se encuentra Jesús Sacramentado y ante la imagen impresionante del Crucificado que celebra el VI centenario de su llegada a este Mar Mediterráneo que linda con este histórico templo. Releer este bello poema es la mejor manera de prepararse para participar en la Misa Jubilar que todos los viernes,a las 12 del mediodía, se realiza en este templo por lo que los viernes - y esto hay que decirlo en voz alta- en vez de dos misas, a las 9 y a las 19:30 horas, existen tres: a las 9, a las 12 y a las 19:30 horas.
Soledad de María
Miro tus lágrimas María
y me cala hondo
la profundidad de tu dolor.
¿Quien puede entender tu soledad Señora?
¿El discípulo amado que ahora te abraza?
¿Las mujeres que intentan consolarte?
No.
Sólo tu Hijo que ya no es más tuyo.
Sólo Jesús.
Así como sólo Él y sólo Tú, Madre,
podéis entender tantas otras soledades.
La de tantos hombres.
La de tantas mujeres.
La mía.
Soledad
que no es sólo ausencia de amigos.
O si.
Soledad que no es sólo desamparo,
ni conciencia de finitud.
Soledad
de estar ante el misterio del Padre,
despojado, despojada.
Soledad
de querer comprender lo incomprensible.
Soledad
del misterio de tanto amor entregado.




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