jueves, 24 de febrero de 2011

RECUERDOS:LA JUNTA PARROQUIAL DE SEMANA SANTA DEL CAÑAMELAR DEL EJERCICIO 1987-88 TUVO A PACO CELDA AL FRENTE DE LA MISMA

FCM.-Hoy en mis RECUERDOS semanasanteros continuo rebobinando y digo:"El ejercicio 1987-88 trajo a la Presidencia de la Parroquial del Rosario a otro tocayo mío, también Granadero del Cañamelar. Paco Vicent le cedía el testigo a Paco Celda. Yo me centré en la presidencia de mi Hermandad y no fui delegado de la Parroquial ni de la Junta Mayor, los motivos los narraré en otro momento.

Aquella Junta fue la última que tuvo a don Alberto Villalba Navasquillo, como párroco y consiliario durante un ejercicio completo. Detengámonos un momento a recordar la figura de don Alberto. Mi buen amigo Javier Martínez, escribía el 30 de agosto de 1988 en el ejemplar número nueve del Diario del Marítimo de LAS PROVINCIAS, y en la sección GENTE DEL BARRIO lo que este sacerdote, que algunos apodaron “el tío toballeta” , expresaba días antes de su marcha de la parroquia.

“ Con una tenue atmósfera de luz mortecina, en la semioscuridad de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, el padre Alberto Villalba Navasquillo, vive desde hace 20 años en el corazón del barrio del Cañamelar.

Este barrio es completamente obrero, en su tiempo era muy rico y tenía bastante industria, pero poco a poco todos van emigrando al centro. Antiguamente había muchos toneleros, aunque la mayoría de ellos trabajaban en el puerto.

Este valenciano de 75 años nacido en Masalaves de una familia acomodada, estudió Teología en el Seminario Concilial de la calle Trinitarios. Cuando habla de su antecesor el padre Vicente Gallart, no le gusta ahorrar elogios, su labor fue muy importante, dejó sus mejores momentos entre la gente de este barrio, fue un hombre que se entregó por entero a sus feligreses con un gran entusiasmo.

La parroquia de Nuestra Señora del Rosario, con más de 8.000 feligreses y situada en la plaza que lleva su mismo nombre, tiene en su fachada una pintada anónima reivindicando las misas en valenciano: Aquello fue un ejemplo de irresponsabilidad, porque algunas veces me lo piden sin ninguna obligación, y yo por supuesto accedo, lo importante no es decirla en castellano o en valenciano, sino el significado que tiene la palabra de Dios.

Como testigo mudo, frente a la fachada de la parroquia una fuente ha sido el motivo de numerosas controversias, esto no es un lavadero público, los gitanos vienen a lavar su ropa y ahora en verano la utilizan como piscina sin ningún miramiento.

En su tiempo libre, sus feligreses ocupan su mayor preocupación: Me dedico a escribir porque salgo muy poco y desde aquí atiendo a todas las familias que me necesitan.”

Conformaron aquella junta presidida por Paco Celda, el tío Jaime Portalés como vicepresidente, Manuel Francisco Pradas como secretario, Manolo Furió tesorero y delegado de fiestas, auxiliado en su equipo de festejos por Chus Jiménez y Paquito Peiró.

Los vocales fueron Salvador Edo, Manuel Miguel, Vicente Aparicio, Pepito Riera, Juanvi Morales, Aníbal Jiménez, Pepe Vilaseca, Luisito Pizá, Toni Peris, Paco Burguera, Pepito Sancho, Tomás Peris, José Sanchis, Pepe Eleuterio, Enrique Salazar, Julio Donoso, Toni Mata y Angel Méndez.

El ejercicio tuvo como novedades a destacar, dentro del referido ámbito parroquial, el traslado del local social de la Hermandad del Santo Sepulcro que estaba hasta la fecha, en la calle Padre Luis Navarro, cruce con Justo Vilar al nuevo en la calle José Benlliure 146, muy cerquita de la vivienda de la familia Morales Monsalve. Dicha planta baja de la calle dedicada al primer párroco del Rosario, luego se convirtió durante muchos años en la peluquería de Plácido y creo que actualmente es un café.

Pero me vienen a la mente los buenos ratos pasados en aquella sede del Santo Sepulcro, cuando a Chus Giménez, se le ocurrió realizar una representación viviente de la Pasión en la Plaza de Calabuig, y que por desgracia, nunca llegó a buen puerto. Fue allí donde con el guión en mano cada uno de los futuros actores de la parroquial recitaban sus papeles, y cuando muchos convertidos en discípulos de Jesús ensayaban, el tío Jaime Portalés con su vozarrón fuerte y grave decía: Ninguno de nosotros. Paquito Vicent con su clásica voz exclamaba: Que quieres decir maestro. Y así pasaron varios ensayos dirigidos por un desesperado Chus. Juanvi Morales seguro que se acuerda de ello, y ya le esbozo una sonrisa.

También cambiaron la hora del traslado del Cristo yacente el Sábado Santo a las ocho y media de la tarde y teniendo además un carácter de participación popular. Pero ese año 88 ya se mascaba la vuelta del Grao a nuestras procesiones y desde la Avenida del Puerto cerca de la calle de las Maderas, donde estaba la pequeña iglesia de Jesús Obrero se trasladó el Cristo de la Concordia a la parroquia de San Mauro en la calle Noguera, pasando a denominarse San Mauro-Jesús Obrero, fue un sábado 26 de marzo y en representación junto a Vicente Pérez y Pedro Blanco entre otros, acompañamos y portamos por primera vez el Cristo de la Concordia.



Un mes antes, concretamente el 27 de febrero de 1988 acudimos al Certamen de Cornetas, Gaitas y Tambores que la Parroquial de los Ángeles había organizado en los Jardines de Dr. Lluch. Era una fría tarde, Fernando Higón Ballester, de los Granaderos de los Ángeles era el Presidente de aquella Parroquial, era un excelente anfitrión y con su generosa amabilidad te hacia una agradable estancia en su compañía. Pero es que claro, de casta le venia al galgo, pues era hijo de Fernando Higón, el que fuera jefe del retén de la quinta compañía de la Policía Municipal con sede en el antiguo Paseo Colón hoy calle de Francisco Cubells, todo un caballero don Fernando, que con los pocos medios con que contaba hacía milagros en el distrito.

Y entre banda y banda que actuaron, tuvimos la ocasión de conocer a Paco Sanmartín y Polo Aguirre que por entonces reorganizaban la Concordia en San Mauro. Luis Trilles era otro de los implicados, lo conocí profundamente más tarde, es un auténtico gentleman, y hoy puedo decir, que con él y su esposa Emilia tengo una gran amistad personal, pero Luis es alguien al que tengo que agradecerle haber aprendido muchas cosas de él.

Miguel Sanz que era presidente de la Real Hermandad de la Santa Faz, Manuel Miguel que lo era del Santo Sepulcro y este joven de veinte pocos años lo era del Buen Acierto, nos brindamos a ayudarles en lo que hiciera falta, y como no habían conseguido aún su ingreso oficial, o mejor dicho su reingreso en la Junta Mayor; participaron con la Hermandad del Santo Sepulcro en la Retreta y en aquel pseudo desfile de Resurrección, que la Junta Mayor había suspendido a causa de la inoportuna lluvia.


La Corporación de Pretorianos capitaneada por el tío Jaime Portalés, pero con unos trabajadores incansables como Guillermo Rodríguez, Luisito Pizá, Paco Soler y Toni Peris

no paraban de innovar, les ayudaban unos jovencísimos Pepe Toni Just y Maria José Salvador y ese año crearon el LIBRO DE ORO de la Corporación, donde plasmarían su firma todas las personalidades que, en la noche del Jueves Santo en el traslado nocturno del Nazareno, que esculpió Bernardo Morales, a la Parroquia, conocida como Procesión de las antorchas, acompañaran a dicha imagen.


Ya en 1985, establecieron otorgar el título de Pretor de Honor, para que cada año recayese en una persona que se hubiese distinguido por la defensa, difusión o recuperación de las tradiciones valencianas, otorgándole el primero a Baltasar Bueno, como Parménides, que era su firma periodística.

En 1986 fue González Lizondo, en 1987 Mari Ángeles Arazo y este año 1988 don Juan Ferrando Badia, mi admirado profesor de Derecho Político, en la Facultad de Derecho de la avenida Blasco Ibáñez, y en esa impresionante Aula Magna que ocupé como alumno en el curso 1984-85, siendo mi Decana otra valenciana infatigable y moderna,

Carmen Alborch, cuya impresionante trayectoria política todos conocemos en distintos gobiernos autonómicos y nacionales con el PSOE.



De ese librito de 1988 y al igual que el anterior año las portadas fueron dibujos de bustos de crucificados que no eran titulares de nuestras cofradías. La salutación de Paco Celda rezaba lo siguiente:

“…. Y dejad que los niños se acerquen a mi….

…. pensad . Es desde aquí, desde donde debemos darle un significado a las palabras de nuestro Jesús.

Y, es desde aquí, desde donde quiero pedir a todos los cofrades, hombres, mujeres y niños que, todos, acudamos con fé y devoción a procesionar, que vean nuestros feligreses lo importante que es para nosotros esta celebración. Que de ninguna manera, desmerezcamos las acciones que Jesús nos hace llegar cada año….Pensad.

Y, es también desde aquí, que quiero pedir la ayuda a todos nuestros feligreses. Pero no es la económica la que deseo. Esa es muy fácil de encontrar. La ayuda que pido es, sencillamente, vuestra asistencia a esas procesiones que vuestros hijos, nietos, esposos, están realizando. Pero es también vuestra presencia la que estoy pidiendo en aquellas procesiones en las que podéis ver, cuan emocionado está el hijo de vuestros vecinos, o su nieta. Pensad….

Y finalmente, es también desde aquí, claro está, que debo y quiero agradecer muy fuertemente, el apoyo de todos los delegados de Hermandades, Cofradías y Corporaciones ante esta Junta Parroquial de Semana Santa, sin los cuales no hubiésemos podido llegar hasta aquí.”

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