domingo, 13 de febrero de 2011

RECUERDOS:"LA JUNTA PARROQUIAL DE SEMANA SANTA DEL CAÑAMELAR DEL EJERCICIO 1985-86 Y LA REPLEGÁ ENCABEZADA POR RAFETA"

Hoy empiezo una sección denominada RECUERDOS donde os iré contando experiencias semanasanteras vividas.Hablar de Semana Santa en el Cañamelar nos lleva a su Junta Parroquial. Mi memoria me trae a mediados de los ochenta, yo estudiaba derecho, pero pasaba muchas tardes en un despacho de la calle Escalante que la empresa transitaria Panarchus poseía, y donde trabajaba un granadero grande de corazón, socarrón, trabajador y enamorado por todos sus poros de esta fiesta.

Claro que sí, me refiero a don Francisco Celda Renau, Paquito Celda. Pero rebobinemos un poquito más.

Manuel Miguel Senent, ese hidalgo caballero, de enorme estatura y que irradia bondad con su mirada, dejaba la presidencia de la Junta Parroquial tras la Semana Santa de 1985. Y allí andábamos todos los delegados reunidos en el entonces local social de los Granaderos, de los primeros que hubo en el Cañamelar, en el nº 23 de la calle de la Barraca, junto a la casa de fotos de Clemente Lázaro. Que si esto, que si aquello, Tomás Peris, del Descendimiento soltaba algún exabrupto, pero es que no había forma, nadie quería ostentar la presidencia parroquial.

Y de repente, con la tranquilidad del que sabe que se encuentra en casa, una vocecita exclama; -Che, ya está, el problema es ser presidente, no pasa nada, aquí estoy yo, pero me tenéis que ayudar todos. Menor estatura que el anterior tenía, pero era un gran granadero, por supuesto, no era otro que Paco Vicent Bonell, años más tarde sacristán de la parroquia, y que a raiz de ello, lo apodaron con el apelativo cariñoso de “campanilla”.

Aquella parroquial estuvo formada por el Rvdo. don Alberto Villalba Navasquillo como asesor religioso, el mencionado Francisco Vicent como presidente, Pepe Vilaseca como vicepresidente, Vicente Andrés Celma secretario general, el tesorero era Manuel Francisco Pradas, como presidente de festejos otro ilustre granadero José Eleuterio Palau, “el boti” y auxiliado en dicha delegación por Pepito Riera González del Sepulcro y Toni Mata Chulvi de Afligidos.

Los vocales fueron Miguel Sanz Ferrer, Rafael González Albuixech, Enrique Salazar Verdú, Julio Donoso Lucas, Juan Roig Moreno, Tomás Peris Montaña, José Sanchis Gimeno, Luis Pizá Antoni, Guillermo Rodríguez Miravet, Antonio Peris Pérez, Pepito Sancho Costa, Manolo Furió Noguera, Salvador Edo Más, Paco Burguera Valerdi, Manolo Miguel Senent, Vicente Aparicio Lacruz, Tomás Pérez Fontelles, Angel Méndez Maiques y el que suscribe, Francisco Celdrán Martínez.

Por aquel entonces, los primeros lunes de mes nos reuníamos en los locales sociales de las hermandades que poseían. Anteriormente sólo en Granaderos, pues era el único, y además tenían el placer de que los actos colectivos pasaban por su puerta, con el sabor que ello conlleva.

El librito y la organización de los actos colectivos parroquiales centraban la mayor parte del trabajo. La confección de dicho librito de la Junta Parroquial de Semana Santa, cada año lo hacía una Hermandad, Cofradía o Corporación. Aquel ejercicio 1985-86 la Corporación de Pretorianos y Penitentes consiguió un esmerado trabajo que se imprimió en la calle de las Maderas nº 63 en Graficas Nasve S.L. La portada de Armando Serra toda una delicia de arte y sensibilidad con su peculiar estilo.

La replegá por los comercios del barrio era, es y será algo tradicional en las actividades de la Junta Parroquial. Cargados de carteles, folletos y libritos recorríamos las distintas calles Manolo Furió apuntaba los importes que nos iban entregando los esforzados tenderos del Cañamelar. Pero si había un personaje que disfrutaba de verdad en aquellas tardes de marzo o abril era don Rafael Estades Brull, nuestro querido Rafeta, no faltaba un solo día, año tras año, y encabezaba la comitiva y abría la puerta para entrar en los establecimientos.

Como homenaje a él, y a tantos como él voy a reproducir el artículo que en la página 112 del libro oficial de la Junta Mayor del año 2002 le dedicó este amigo.

RAFAEL ESTADES BRULL

Hay personas en nuestras vidas que sin ser grandes científicos, intelectuales o artistas dejan huella entre nosotros, y uno de ellos es Rafael Estades Brull, todo un personaje en los Poblados Marítimos, que en agosto del pasado año 2001, nos dejó para marchar en compañía de Dios Padre.

Rafeta, era todo un “semanasantero”, un enamorado de estas fiestas, que fuera la época del año que fuera, siempre lo encontrabas silbando una marcha procesional o similar.

La pasada Semana Santa nuestra Hermandad ya acusó su ausencia, la Hermandad de Vestas del Stmo. Cristo del Buen Acierto, no era la misma, sin ver a Rafeta con su peculiar estilo, todos lo echamos en falta, pero su enfermedad le impidió salir a procesionar con nosotros. Pero el Domingo de Resurrección, con su botella de oxigeno a cuestas, Rafeta volvió a vestir su querido habito por última vez, el sabía que su final estaba cerca y así nos lo comentó al que suscribe y al común amigo José Ombuena en la Plaza del Rosario, nosotros lo animamos y le deseamos una pronta recuperación, pero por nuestras mentes pasó que el amigo Rafa, ya no volvería a levantar el estandarte de la Falla Progrés ni a enfundarse su capirote negro, su enfermedad era grave.

Afortunadamente, los que tuvimos la suerte de pasar muchos ratos con él disfrutamos de su generosidad, su amistad y sus confidencias.

Acudimos a un sinfín de representaciones con otras Hermandades y Cofradías, le encomendamos el bar de nuestro Local Social allá por 1987, y lo llevó a la perfección.

Y como escribíamos el 16 de febrero de 1991 en el Diario del Marítimo de LAS PROVINCIAS :”...lo que más le gusta a Rafa es vivir la calle, e ir de un lado para otro llevando un sobre aquí o allá, no obstante mientras realiza estas tareas visita a sus amigos ...Allí es donde Rafeta disfruta, charlando con unos y con otros, y de vez en cuando alguno le suelta el típico “choto”, -pues no debemos olvidar que Rafeta es un hincha del Valencia C.F. de lo más ferviente-, a lo que él contesta con alguno de sus apelativos “cariñosos”, hacia el levantinista en cuestión.”

Querido Rafa, desde el cielo sé que vas a seguir profundamente enamorado de la Semana Santa Marinera de Valencia, y de cualquier fiesta de tus Poblados Marítimos. Nosotros desde aquí continuaremos celebrándola, pero la replegá por los comercios de la demarcación parroquial del Cañamelar ya no será igual, han sido muchos años repartiendo programas y carteles y eso lo saben todos los que han ido contigo a lo largo de muchos años GRACIAS RAFETA.

Estoy seguro que muchos “semanasanteros” notarán tu vacío cuando lean estas líneas.

Descanse en Paz un “semansantero” de pro.”

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