

Un hombre como Vicente, no dejaba indiferente a nadie, se le quería o se le odiaba, como suele ocurrir con los que pasan por la vida, en el ámbito que sea, no nadando por la superficie, sino buceando en ella, la tibieza, no forma parte de su forma de ser, de hacer , ni actuar.
Conocía a Vicente nada más que a nivel festero, no puedo decir que era mi amigo, nuestra relación no llegó a ser nada más que la de los dos colectivos que presidíamos, pero sí que me atrevo a decir que era un hombre valiente y luchador.
La ausencia de Vicente me hizo pensar, en la cantidad de gente que está en Fiestas , sólo pasando las idem, dedicándose nada más que a medrar, malmeter y no hacer absolutamente nada. La frase de “al final son cuatro los que trabajan” tan oido en colectivos festeros, y , por desgracia , tan asumido. El meninfotismo de “los valencianos somos los mejores” pero que nos hagan los mejores los demás. Que nos meten caña, ya nos defenderan otros, ¡que voy hacer yo sólo!, se dicen. Eso sí, como alguien nos caiga mal, aunque tenga un proyecto o una idea maravillosa, para Valencia, para las Fiestas, para cualquier institución, me cargo la idea, por cargarme al que no trago, somos de machaco el todo, para eliminar la parte.
Somos un gran pueblo, pero , a veces , que poco nos queremos y que poco queremos a nuestras cosas.En ocasiones, no nos damos cuenta que, para engrandecer algo, debemos ser cola de león , antes que cabeza de ratón.
Y por último, amigos escuchantes, las Fiestas, no son el cortijo de nadie, no , no son vuestras, son de todos, de los que participan en ellas y de los que son espectadores de las mismas.De todos.
Desde donde estés, Vicente, echanos una mano, que falta nos hace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario