miércoles, 27 de octubre de 2010

LA COLUMNA DE DIAZ TORTAJADA EN EOS:¡FELICIDADES ENRIQUE!


¡FELICIDADES ENRIQUE!

Por Antonio Díaz Tortajada
Sacerdote-Periodista

No conozco Solsona.
Solo se que allí estuvo el Siervo de Dios Luis Amigo de obispo, el que fue cardenal Vicente Enrique y Tarancón y que pertenece a la provincia de Lérida.
Es la diócesis con menos habitantes de Cataluña y, con anterioridad a la creación de las de Terrassa y Sant Feliu, la diócesis más moderna. La demarcación episcopal fue erigida en el año 1593, bajo el reinado de Felipe II, con la intención de crear cerca de la frontera una serie de diócesis que representasen una barrera contra la penetración de los hugonotes. Contemporáneas a Solsona son las diócesis de Jaca y Barbastro
Tendré que visitarla algún día.
La otra noche soñé que mi amigo Enrique Benavent era nombrado como obispo de Solsona.
Caso de confirmarse sería el cuarto prelado valenciano en Cataluña en estos momentos, junto a mis amigos Javier Salinas, Agustín Cortés y Juan Piris.
Excesivo número a todas luces. Curiosamente, en estos momentos, el sector más progresista eclesialmente hablando prefiere a obispos valencianos que a catalanes. Es más, Enrique cuenta con el apoyo entusiasta del arzobispo «ad personam» Joan Enric Vives Sicilia, obispo de Urgell.
Su nombramiento sería un claro triunfo del co-príncipe, muy amigo Enrique Benavent. Únase a ello las ganas que tiene el arzobispo don Carlos –según me han comentado-- de quitarse de en medio a los auxiliares heredados. Ya lo ha conseguido con Salvador Giménez Valls y Esteban Escudero y solo le faltaba Enrique. La vacante de Solsona y el rechazo de la opción mossèn Xavier Novell ha sido aprovechado por Vives y Osoro para colocarlo rápidamente.
Otra de las singularidades del todavía auxiliar valenciano será grata a los sectores más nacionalistas: Su hermano Rafael Benavent fue, hasta hace muy poco, alcalde de su pueblo natal, Quatretonda, por el Bloc Nacionalista Valenciá, formación filocatalanista. Por otro lado, Benavent será un obispo joven, nació en 1959, ordenado sacerdote por Juan Pablo II en su visita a Valencia en el año 1982 y designado obispo auxiliar de esta diócesis en el año 2004. Por consiguiente, tiene carrera por delante y será fácil que no se jubile en Solsona. Es una apuesta de futuro. Una peligrosa apuesta de futuro de Vives. Porque no iba a ser como mi amigo Juan Piris que fue a jubilarse a Lérida y tiene la personalidad suficiente para ir por libre. En lo bueno y en lo malo. No. Enrique Benavent sería mucho más maleable y camaleónico, cual ya ha sucedido con otros obispos valencianos.
Sí cuaja el nombramiento que soñé la otra noche (salvo sorpresa de última hora) no sería una noticia esperanzadora para los catalanes. En primer lugar, porque supone una evidente parálisis en la promoción de obispos jóvenes catalanes. En segundo lugar, porque supondría que un tercio de las diócesis catalanas estaría regido por prelados valencianos (más un auxiliar balear). Y por último, y lo más chocante, porque, esta claro que no quieren bisbes catalans, sino bisbes progres. Aunque sean valencianos. Y aunque no sean muy progres, porque a la larga resultan más moldeables que un ortodoxo catalán. Esperaremos acontecimientos y reacciones. De todas formas felicidades Enrique por el nombramiento posible.

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