domingo, 1 de noviembre de 2009

EL OBISPO EMERITO CUBANO MONSEÑOR PEÑA VISITÓ AL REVERENDO VICENTE ESTEVE BELENGUER QUE FUE PRIOR DE LA SEMANA SANTA MARINERA

Maratoniana jornada del obispo emérito de Cuba Mons. Héctor Luis Peña.Visitó por la mañana a Vicente Esteve, párroco que fue del Rosario y que se encuentra en la Residencia Sacerdotal de Betania, en Quart de Poblet, y por la tarde presidió una solemne Eucaristía en Canterería.
(Desde El Cañamelar (Valencia) José Ángel Crespo Flor, texto y fotos).- De maratoniana se puede calificar la jornada que vivió en Valencia el sábado Mons. Héctor Luis Peña, obispo emérito de Holguín (Cuba), que se encuentra en Valencia pasando unos días de descanso tras haber concelebrado en la solemne Eucaristía de beatificación del cardenal Sancha que estuvo en Cuba de provisor y en Valencia como arzobispo.
Mons. Peña, muy vinculado a la parroquia Nuestra Señora del Rosario pues fue él quien trajo desde Cuba una réplica de la talla original de Nuestra Señora la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de todos los cubanos y reina de Cuba, pidió acercarse hasta la Residencia Sacerdotal de Betania, donde, entre otros, está recluido Vicente Esteve quien fuera párroco del Cañamelar durante algunos años y Prior de la Semana Santa Marinera. A las puertas de la residencia fue recibido por José Minguet que ejerce como director y capellán y por el consejo directivo de la orden de Betania.

Imagenes para el recuerdo de Vicente Esteve en el Cañamelar eran finales de los ochenta.


Monseñor Peña, tras saludar a José Minguet, las religiosas, que salieron fuera de la Residencia para recibir al Prelado, y el propio Vicente Esteve, presidió la Eucaristía en la que los jóvenes del Rosario se encargaron de poner música a la Misa en la que concelebraron el ya aludido José Minguet y el sacerdote cubano y en la actualidad vicario del Rosario, Olbier Hernández Carbonell quien ejerció, durante varios años, el cargo de secretario personal y particular de Mons. Peña.

El obispo, que agradeció el don que le suponía estar en esa Casa Sacerdotal precisamente en un año donde el Papa Bendecido XVI a través del Año Sacerdotal ha querido alentar a estos en su misión evangelizadora recalcó le efemérides que este año se celebra en todo el mundo: el año jubilar del sacerdocio, agradeció el trato de amistad con que le habían recibido "estos venerables hermanos en el sacerdocio" y luego compartió con los sacerdotes sus propias vivencias cubanas.

Antes de esto y finalizada la Misa Mons. Peña entregó un precioso cuadro que contenía la Virgen de la Caridad del Cobre "para que ocupe un lugar en esta casa, para que cuando la veáis os acordéis de este pobre obispo y siempre tengáis presente en vuestros oraciones a la iglesia que camina entre dificultades y espinas, allá en Cuba.

Acto seguido monseñor Peña repartió a cada uno de los sacerdotes que habían participado en la Santa Misa un rosario a cada uno y una foto de la Virgen del Rosario del Cañamelar "estamos en el mes del Santo Rosario, la Iglesia nos demanda que lo recemos para que esta plegaria adquiera la dimensión que precisa y el Santo Rosario pueda vivir una segunda Primavera.

Ojalá en las parroquias se rezase el Santo Rosario, sino se quiere todos los días sí al menos en los meses de Octubre y Mayo, dos meses marianos por excelencia. Sería muy bonito y tremendamente edificante".
Mons. Peña almorzó con Vicente Esteve, con Olbier Antonio Hernández Carbonell y con los jóvenes del Rosario como se ve en la primera instantánea que ilustra esta crónica. Vicente recordó los años pasados en esa parroquia del Cañamelar y los jóvenes le manifestaron su satisfacción y alegría por el buen momento que atraviesa la pastoral juvenil en esta parroquia, pastoral en la que Vicente tiene mucho que ver pues fue, durante su estancia en este templo, cuando se creó el grupo junior de la parroquia.

La despedida fue tan afectuosa como la llegada. José Minguet y la junta de gobierno de las Hermanas de Betania salieron a la plaza para despedir al obispo quien prometió una nueva visita, esta vez sólo de despedida y cortesía, antes de partir hacia Cuba.

Por la tarde, a las 20 horas, presidió la Solemne Eucaristía que Miguel Angel Vives había preparado con esmero. Antes, el propio Miguel Angel Vives lo recibió a la entrada del templo. El párroco mostró su satisfacción por tan importante visita ya que "esta es una parroquia humilde, en un barrio humilde, pero es una parroquia viva".
Cuando llegó monseñor se estaba rezando el Santo Rosario algo que gustó mucho al obispo emérito "resulta gratificante ver cómo en las parroquias se reza esta plegaria tan amada por la Virgen y que tanto empeño ponen los papas para que se divulgue y propague. Además, octubre es el mes del Santo Rosario y pienso, es una opinión, se debería rezar al menos en este mes esta plegaria. Allá, en Cuba, no solo se reza en octubre sino que incluso se reza todos los días del año. Yo, en mi época, ya me preocupé de buscar un buen equipo de personas, de fieles, que fueran los encargados de esta labor. Labor que todavía hoy existe".
Tras la ceremonia, la parroquia de La Natividad de Nuestra Señora de Canterería como antes ya ocurriera con la parroquia de san Juan Bautista de Siete Aguas quedaron hermanadas con la Iglesia de Holguín y más en concreto con el proyecto humanitario "Tocan a mi puerta" que lleva a cabo monseñor Peña quien entregó a Miguel Angel Vives una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de todos los cubanos y Reina de Cuba, como la proclamó Juan Pablo II cuando visitó la isla.
EL DETALLE DEL OBISPOTras la Eucaristía el propio Monseñor pidió permiso a Miguel Ángel Vives para salir a la calle y despedir uno a uno a todos los fieles que habían llenado el templo "allí esto es muy normal. Tan normal que forma parte de la misma Ceremonia. Cuando se sorprende es cuando no se hace. El mismo Olbier lo suele hacer al igual que otros sacerdotes que se encuentran ejerciendo su ministerio en España. Supone un gesto de confraternización pero también de gratitud porque yo, por ejemplo, les agradezco que hayan venido a la Ceremonia, a compartir la Palabra y a saborear el Cuerpo de Cristo. Además, he leído y me han dicho, que el mismo arzobispo de Valencia, Mons. D. Carlos Osoro, con el que tengo estos días una entrevista, ha realizado este gesto varias veces en la misma Catedral. incluso en una parroquia del Marítimo, cuando celebró una Misa antes de reunirse con los sacerdotes y directivos de la Semana Santa.
Monseñor Peña compartió después una cena con algunos componentes del Consejo parroquial, con el sacerdote y con el seminarista que le había ayudado en la Celebración Eucarística "me voy muy satisfecho por cómo me habéis acogido. He estado como en mi casa. Queda aquí, entre vosotros, lo que más queremos los cubanos, la Madre de Dios, La Virgen de la Caridad del Cobre, nuestra Patrona y Reina. Cuando la contempléis rezad por Cuba, por la Iglesia de Cuba, por los sacerdotes cubanos porque tened por seguro que esta parroquia, sus feligreses y su párroco tendrán una parte importante en mi oración diaria".

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