(Desde El Cañamelar, José Ángel Crespo Flor, texto y fotos).- Monseñor Héctor Luis Peña, obispo emérito de Holguín (Cuba), presidió la Solemne Misa de la Virgen del Pilar que todos los años realiza la Guardia Civil de la localidad valenciana de Siete Aguas.Mons. Peña fue recibido por el párroco Juan José Maset que le dio las gracias por haber aceptado el ofrecimiento de presidir una Eucaristía que contó con la asistencia del alcalde y consistorio, de la Guardia Civil, Policía Local y numerosos fieles, devotos de la Virgen del Pilar que quisieron sumarse así a la Fiesta de la patrona de la Hispanidad.Monseñor Peña, que estuvo acompañado en todo momento por el sacerdote cubano Olbier Antonio Hernández Carbonell, que temporalmente ejerce como vicario parroquial del Cañamelar, hizo entrega al párroco de un Rosario de Tierra Santa. "Estamos en el mes en que la Iglesia nos pide que recemos el Santo Rosario. Es un recuerdo sencillo pero que encierra una gran riqueza como riqueza encierra cada padrenuestro o avemaría que rezamos cuando lo tenemos entre las manos".
Monseñor Héctor Luis Peña encabeza un proyecto cristiano y humanitario llamado "Toca a mi puerta" que consiste en crear una granja para que los hombres sin recursos, puedan trabajar y autoalimentarse. Juan José Maset decidió, aprovechando tan ilustre visita, crear y asentar un hermanamiento entre la parroquia de Siete Aguas y ese proyecto humanitario y cristiano que lleva a termino el obispo Peña. Hermanamiento que ya existe entre la parroquia de Siete Aguas y la parroquia Nuestra Señora del Rosario porque en ambas se tiene a un crucificado con la misma advocación: el Santísimo Cristo de los Afligidos. Crucificado que quiso verlo el prelado y con el que se quiso fotografiar.
Al mismo tiempo componentes de la Hermandad no perdieron la ocasión de esta Fiesta y se desplazaron hasta Siete Aguas para acompañar al obispo y depositar un ramo de olivo en la capilla de la Comunión, a los pies del Santísimo Cristo de los Afligidos, crucificado al que en Siete Aguas se le profesa una extraordinaria devoción. El detalle del ramo de olivo gustó mucho al prelado "por el significado que conlleva y porque nos hace revivir aquella Pasión que Jesús sufrió por todos nosotros".Conviene decir que desde este año existe una Misa anual en la parroquia de Siete Aguas por los difuntos de aquella población que la organiza la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos, con sede en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de El Cañamelar.
Monseñor Peña centró su homilía en la gran misión que le tocó a la Virgen María "nada menos que ser la madre de Jesús, al Salvador de la Humanidad. Una Mujer humilde, de pueblo, pero que Jesús la escogió para ser su madre. Fue la mujer del 'Si'. Un Sí rotundo. Un Sí sin tiempo a la duda. Un Sí sin ningún pero. Un Sí libre pero un Sí lleno de convencimiento".
No se olvidó monseñor Peña de la fiesta que estaba celebrando "la Virgen del Pilar, la Patrona de la Guardia Civil, la patrona de España y la patrona de la Hispanidad. Es el Pilar donde se asienta la Iglesia de España. Bueno...uno de los Pilares. Desde Cuba también se la venera y desde la Isla se le tiene mucha estima. Hoy en Cuba es un día importante, un día de gracia, un día de recuerdo a la Madre del Pilar y a la Madre Patria como allí decimos los de Cuba".
El prelado no quiso olvidarse de una gran realidad "no creáis que la Virgen María, a la que hoy invocamos como Madre del Pilar, tuvo una vida fácil. Lo pasó mal, tuvo momentos de angustia como cuando se perdió su Hijo y lo encontró en el templo adoctrinando a los doctores de la ley pero su peor momento fue cuando vio padecer a su Hijo en la Pasión y cuando no se separó de la Cruz.
Allí estaba Ella y el discípulo predilecto, Juan. Fue cuando Jesús dijo aquello de Mujer, ahí tienes a tu Hijo y a Juan le dijo Hijo, ahí tienes a tu Madre.
El Obispo no pudo por menos que dar gracias a Dios por haber tenido la oportunidad de acercarse a Siete Aguas, una cifra, el siete, que en la Biblia significa plenitud, y poder compartir la Eucaristía con todos vosotros y conocer a su párroco. Por todo ello estoy muy satisfecho y doy gracias a Dios.
No quiero olvidarme de la sorpresa que me ha producido que aquí, como también en el Rosario de El Cañamelar, se venere a Cristo crucificado con la misma advocación: Cristo de los Afligidos. Desde luego tened por seguro que el pueblo de Siete Aguas y la parroquia de San Juan Bautista estarán desde hoy presente en mis oraciones. La Guardia Civil también y desde ya os animo para que también tengáis presente a aquella preciosa tierra y a la Iglesia que peregrina entre dificultades en la Isla".
La Guardia Civil, protagonista del acto, estaba feliz porque como nos dijeron tras la Eucaristía, en el vino de honor, "la presencia de Mons. Peña ha dignificado una Eucaristía en la que recordamos a nuestros difuntos, homenajeamos a nuestra Patrona y, aunque con modestia, celebramos con dignidad su Gran Día, el día de la Virgen del Pilar. Ella ha querido que hoy presidiese la Eucaristía Mons. Peña, un obispo que nos llega nada menos que de Cuba, por lo que la alegría y satisfacción es grande ya que la Fiesta de la Virgen del Pilar es también su Fiesta porque es el Gran Día de la Hispanidad. A él le damos las gracias por haber compartido con nosotros la Fiesta. A él y a nuestro párroco de Siete Aguas, Juan José Maset que, desde que se encuentra en Siete Aguas, ha sido muy solicito con todos nosotros"
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