miércoles, 9 de septiembre de 2009

ANTONIO DÍAZ TORTAJADA ESCRIBE LA ORACIÓN DEL CENTENARIO DEL LEVANTE


(Desde El Cañamelar granota, José Ángel Crespo Flor).- Hoy es una fecha que debe quedar grabada a fuego en la retina y en las mentes de todos los levantinistas. Hoy, aunque les pese a algunos, el Levante ha hecho historia y lo más importante, se encuentra ya en el Club de los elegidos, en el club de los que han cumplido 100 años. Consumado este hecho trascendente hay que ponerse a pensar y a trabajar todos juntos, remar a favor y mar adentro, no ya para lograr el retorno a primera que ¡ojalá lo pudiéramos ver algún día! sino para hacer del Levante lo que siempre hemos querido ser: un club con una personalidad propia, diferente a los demás, que quiere hacer las cosas y quiere hacerlas bien, con señorío, con categoría. Un señorío y una categoría que solo la dan los años y el Levante por solera, por antigüedad, por ser UN EQUIPO CENTENARIO, está obligado a ser señor y ha hacer las cosas bien, como Dios manda.
No quiero entrar en algo tan obvio como recordar que el gol que hubiese el 2-3 definitivo en Viillarreal era legal a todas luces y otro 'Ferrete' se encargó de que este no subiese al marcador restando dos puntos legítimos al club blaugrana. Hoy, solo quiero pensar en lo que celebramos. Mirar arriba, rezar por los que ya no pueden disfrutar de este momento, y dar las gracias a todos y cada uno de los que, con mucho esfuerzo y tenacidad, han hecho, sacando sus abonos un año si y otro también, que hoy el Levante haya ocupado más de dos páginas en los diferentes medios de comunicación valencianos.
Para ello les dejo con la Oración del Centenario. Una Oración que hay que perpertuarla en la capìlla del Estadio para que así las futuras generaciones de levantinistas sepan que el Levante es un club diferente a todos hasta el punto de oficializar una Oración para su centenario. ¡Enhorabuena a todos!.
Les dejo ahora con lo mejor, la Oración que ha compuesto el sacerdote y periodista Antonio Díaz Tortajada. Va por todos los que siendo en su día 'granotas' gozan ya desde el Cielo del mejor partido de su equipo: el de la Verdad, el de la Vida sin Fin, el de la Vida Eterna, el único que sólo los 'buenos' pueden disputar y entre los buenos, creánselo, está la familia levantinista.

ORACIÓN ANTE EL CENTENARIO DEL LEVANTE U.D.

Por Antonio DÍAZ TORTAJADA
Sacerdote-periodista

Señor:
Queremos darte gracias por estos cien años de historia:
Con sus gozos y sus sombras.
Celebramos, como deportistas,
el centenario del equipo Levante Unión Deportiva
Nacimos en los barrios pescadores de los Poblados Marítimos:
Ahí está nuestra cuna y parte de nuestra historia.
Somos el final de una larga cadena
de hombres que lucharon y pusieron toda su voluntad
en el esfuerzo, en el trabajo y en el dominio de su cuerpo
por construir una cultura de la solidaridad,
de la entrega y de la vida.
Nos unimos a tantos deportistas que de una forma u otra
dieron parte de su vida en el estadio,
bien en nuestros barrios marineros valencianos,
o bien como semilla de otros equipos.
Después de cien años de esfuerzo y trabajo,
te pedimos, Señor, que nos des valentía y fuerzas suficientes
para reflexionar juntos, como equipo,
sobre nuestra condición de deportistas
en un mundo cargado de esperanza.
Tras cien años de historia nos queremos encontrar
para soñar juntos un futuro de paz,
unidos en la misma fe de nuestros antepasados
Muchos de los sueños de los que nos han precedido
se han hecho realidad;
otros están aún por realizarse.
Queremos recoger esta herencia,
para dar un suplemento alma al trabajo de nuestro deporte.
Fortalece nuestros lazos humanos y deportivos.
Que juntos formemos una gran cadena de amor.
Estamos convencidos de que, para ello,
hay que prestar oído a los jóvenes y permitirles ser protagonistas
de otros cien años de historia
abriéndoles espacios de responsabilidad
en la vida social y deportiva.
Que seamos deportistas
que se desapegan de las riquezas obtenidas
por los dones que Dios nos dio;
porque así abriremos con mayor facilidad nuestro espíritu
para recibir el Reino de Dios como herencia.
Haznos mansos y humildes de corazón,
porque de esta forma
pisaremos con mayor seguridad el campo de juego,
y jugaremos confiados en que somos dueños de nosotros mismos.
Y asumiremos no sólo nuestros fracasos y derrotas deportivas
sino también todos los dolores cuantos sufren en nuestro entorno.
Señor:
Que junto con el hambre y la sed
que tenemos por vencer en la competencia,
también tengamos hambre y sed
por la victoria de Dios entre los hombres.
Danos limpieza en el juego y en la vida
porque solo así, jugando limpio,
podremos contemplar no solo el rostro humano
de nuestros compañeros de equipo y sus competidores,
sino también veremos el verdadero rostro del Dios verdadero.
Enséñanos a construir un equipo acogedor y solidario,
que sea respetuoso, comprensivo y capaz de integración,
que trabaje por la paz y la libertad
y sea consciente de su propio pasado.
Que que el Levante Unión Deportiva
construida sobre valores de generosidad y de entrega de sí,
de interioridad y de búsqueda sincera de la verdad.
sea aquella unión de hombres,
que nació para vivir el deporte y la vida,
conforme a las enseñanzas de Jesús.
Colócanos, Señor, en buen camino
para heredar tu amistad eterna.
Que Nuestra Señora del Deporte y Madre de los Desamparados
nos ayude a todos. Amén

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