El pasado domingo las calles del Cañamelar volvieron a celebrar las chicotás o ensayos de los costaleros de la Hermandad de la Crucifixión del Señor.
Empiezan a aflorar los nervios, las semanas van pasando y muvhos cumplen cada domingo, pero otros brillan por su ausencia.
Empiezan a aflorar los nervios, las semanas van pasando y muvhos cumplen cada domingo, pero otros brillan por su ausencia.
Sirva de homenaje a todos ellos algunos de los rostros de los sufridos costaleros que a las órdenes del capataz Juanvi Morales van llegando a ver la luz del camino emprendido.
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