Comer no es lo mismo que alimentarse. La alimentación es el hábito que más influye en la salud. En efecto, por medio de ella el organismo obtiene la energía que necesita para funcionar y los componentes para crecer y autorrepararse. Una alimentación adecuada evita y cura enfermedades, ayuda a la persona a verse y sentirse mejor, aumenta el rendimiento físico y menta. Nuestras hermandades y cofradias seguramente lo saben y en algunos casos comen en otros se alimentan, y en definitiva fomentan la convivencia y la hermandad en torno a una mesa-
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