martes, 31 de octubre de 2017

EL VESTA: UNA ORACIÓN POR BORO LLORENS, GRAN CABAÑALERO Y AMANTE DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA, CUYA EUCARISTIA DE CORPORE IN SEPULTO SERÁ HOY A LAS 14.30 HORAS EN CRISTO REDENTOR-SAN RAFAEL

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FCM.-Nuestra vida está llena de símbolos  el hombre propone y Dios dispone. Ayer Chimo Mirapeix a las 19.55 horas me comunicaba la triste noticia del fallecimiento del amigo BORO LLORENS, de don Salvador LLorens Cercós, iluste cabañalero, que a traves del negocio familiar de montajes electricos granjeó un montón de amigos. Boro era todo corazón, amable servicial, generoso.Hoy a las 14.30 horas será su misa de corpore in sepulto en la parroquia de Cristo Redentor-San Rafael Arcangel en la calle de la Reina.
Jesús de Medinaceli, al que profesaba especial devoción lo amparará en el reino de los cielos.Al igual que a casi todas las Hermandades de nuestra Semana Santa Marinera.
Se me agolpan los recuerdos, en esta última época estaba casi ciego, y cuando lo veía por la calle, lo paraba y recordábamos viejos tiempos, como cuando Vicente Ballester le encargó tantas y tantas cosas para nuestra Junta Mayor, y hoy seguía colaborando. Recuerdo aquellas guirnaldas con cruces para la calle de la reina, su megafonía tanto para Semana Santa como para la llegada del Cristo del Grao el 1 de mayo en el Puerto, o cuando fundamos Amigos de las fiestas, su megafonía siempre la traía al Ateneo Mercantil, para las conferencias que organizábamos alli. 
Fue cofrade de honor de la Columna entre otras.El paso de la Crucifixión antes de su bendición se guardó en su almacén. Begoña Sorolla le otorgó la medalla de esmaltes de la Junta Mayor en 2012. Anteriormente en 2009 tuvo en su casa de la calle José Benlliure al Cristo de Medinaceli.Juanfran le hizo entrega de la EOS bolsa, y era muy agradecido, y siempre nos decía que la gastaba y que le gustaba mucho EOS.
Y como recordaba Enriquito el sacristán de los Angeles no fallaba al Rosario de la Aurora en dicha parroquia.
Y de niño recuerdo como nos hacia disfrutar a los más peques en el Balneario de las Arenas con aquellas galas de Mis Sirenita, etc
Boro, hago mías las palabras de mi amigo el reverendo Diaz Tortajada, en estos momentos de dolor terrenal:

Dicen que Boro se nos has ido.
Y bien sabeis que no es verdad;
Está entre nosotros con una nueva dimensión;
La dimensión de los que mueren en el Señor.
Está ya en plenitud con el Padre a quien amaba.
 La historia de Boro ha sido una historia fundamentalmente de amor,
de amor a su familia y de amor y simpatía hacia los demás.
Orar, confiada y humildemente,
en estos momentos que todos lo añoramos
es un modo real de acompañarlo como ser querido
más allá de la muerte.
Porque la oración es la que nos pone en comunión con Dios;
un Dios de vivos y no de muertos.
 Esto es también lo que hizo Jesús la noche antes de su muerte.
Pidió al Padre por todos los hombres
para que pudiésemos estar con Él,
más allá de la frontera de la muerte
que Él mismo iba a vencer con su propia muerte y resurrección.
Cuando nosotros ahora rezamos por Boro
estamos actualizado aquella oración de Jesús
que tantas veces hemos escuchado en el Evangelio:
Queremos que estés para siempre en la gloria de Jesucristo,
ya que desde el comienzo de tu vida fuiste de Jesús,
por la fe y el bautismo.
Jesús sólo habla del descanso y del perdón,
de la puerta abierta:
“Yo soy la resurrección y la vida”;
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”.
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados
y yo os aliviaré”.
“Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas”.
“Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino prometido”.
“Nosotros hemos de gloriarnos --decía san Pablo—
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
En él está nuestra salvación, nuestra gloria para siempre”.
 Al final de nuestro camino
–como también al principio-- está Dios.
Un Dios que nos acoge,
un Dios que nos recibe en Él.
Un Dios Padre que nos ha creado por amor y nos salva
en Cristo su Hijo, también por amor.
“El nos amó primero y entregó a su Hijo por nosotros
para que tengamos vida y la tengamos en abundancia”.
Esta es la fe de los cristianos.
Allí donde algunos sólo descubren el final
y la corrupción de la muerte,
nosotros descubrimos,
con los ojos iluminados del corazón,
el inicio de una vida nueva,
glorificada y resucitada en Cristo Jesús.
 Es precisamente la fe en Cristo,
muerto y resucitado la que da sentido a nuestra oración.
A partir de ahora , tenemos un nuevo aliado en el cielo.

Elevamos una oración por su alma y y descanse en Paz junto a Dios Padre DON SALVADOR LLORENS CERCÓS.

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