FCM. Estamos en Cuaresma, y nuestra Semana Santa Marinera de Valencia, de interés turístico nacional, sentirá el Miercoles Santo el 23 de marzo de este 2016.La liturgia de la pasión siguiendo los últimos días de vida de Jesús continua.
En el Grao, Cabañal y Cañamelar tendrán lugar procesiones vespertinas, y nocturnas.
En el Rosario por la tarde veremos colectivamente a Sepulcro, Santa Faz, Descendimiento y Granaderos y por la noche a Crucifixión.En los Angeles por la tarde veremos a Longinos, Salvador, Silencio, Oración y Perdón, y por la noche a Jesús con la Cruz.En el Grao esta tarde hay que ir a San Mauro para estar con el Cristo de la Concordia y por la noche veremos a Medinaceli. Y en Cristo Redentor San Rafael esa tarde veremos Sayones y por la noche al Salvador y del Amparo.
Muchos semanasanteros terminan hoy día de SAN JOSÉ su vivencia intensa de las fiestas josefinas, otros ya preparados tras esa espera, este Vesta, espera haber conseguido, transmitir sentimientos, a través de nuestras fotos, y las de Guallart y Rafa Montesinos.Estamos felices para sentir MAÑANA en nuestras calles EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA DE VALENCIA.
Como dijo Diaz Tortajada:”El evangelio del miércoles santo enfatiza el tema de la traición de Judas, según la versión del evangelista Mateo.
También aquí en tres escenas seguidas aparece la progresiva entrada en la Pasión:
El pacto comercial de Judas con los sumos sacerdotes para realizar la entrega de Jesús;
la preparación de la cena pascual,
y el comienzo de la cena, en cuyo contexto Jesús desvela la identidad del traidor.
Primera escena: La entrega de Jesús es pactada por el precio de un esclavo.
El pacto entre Judas y los sumos sacerdotes le da impulso al macabro plan que llevará al arresto de Jesús y finalmente a su muerte.
Todo empieza con un fuerte contraste.
Según Mateo, justo en el momento en que la mujer unge con amor el cuerpo de Jesús para la sepultura Judas Iscariote parte donde los sumos sacerdotes con el fin contratar la traición de Jesús.
Con la anotación “uno de los Doce” se pone en evidencia el escándalo.
Mateo muestra el lado oscuro del seguimiento de Jesús, el traidor potencial en que puede transformarse todo creyente que se encuentre frente a un momento crítico.
. En el diálogo de Judas con los sumos sacerdotes se denuncia que el dinero era una de las motivaciones de la traición: “¿Qué queréis darme, y yo os lo entregaré?”.
Mateo da un ejemplo concreto del poder corruptor de la riqueza.
Precisamente sobre este punto los discípulos habían sido instruidos en el Sermón de la Montaña.
Una ilustración de la importancia del tema para el discipulado fue la escena del joven rico y las palabras de Jesús que le siguieron.
Por lo tanto, los discípulos no deben andar preocupados por los bienes materiales, ante todo deben buscar “primero su Reino y su justicia”.
La avidez de Judas por el dinero lo lleva a abandonar el único tesoro por el cual valía la pena dar la vida.
. Así, guiado por sus propias motivaciones, Judas toma una decisión libre: rechaza el Evangelio y escoge el dinero; esto lo conducirá a un destino terrible.
Recibe en contrapartida “treinta monedas de plata”. Se evoca así un texto de Zacarías que dice: “‘Si os parece bien, dadme mi jornal; si no, dejadlo’.
Ellos pesaron mi jornal: treinta monedas de plata” (Zc 11,12). Según Éxodo 21,32, éste es el precio de un esclavo.
En el texto de Zacarías se indica que se trata de una suma mezquina que se volverá a colocar en el tesoro del Templo.
Detrás de todo está la convicción fundamental de Mateo: la traición de Judas y su muerte parecen ser el triunfo del mal, mientras que misteriosamente hacen parte del gran designio de la salvación de Dios, ya que la Palabra de Dios se está realizando.
Judas sigue dando los pasos necesarios para consumar su traición: “andaba buscando una oportunidad para entregarle”.
La “oportunidad” que aquí se habla tiene que ver con la frase que Jesús va a decir más adelante: “Mi tiempo está cerca”.
Casi irónicamente Jesús y Judas buscan el mismo “tiempo” (kairós): La entrega del Hijo del hombre en las manos de los pecadores.
Judas lo hace para ganarse treinta monedas de plata, mientras que Jesús lo hace para dar la vida por la salvación de la humanidad.
Segunda escena: La preparación de la cena pascual. Estamos ya en la vigilia de la Pascua, “el primer día de los Ázimos”.
El jueves, durante el día todas las famitas hebreas botaban a la basura el pan con levadura, para celebrar como se debía la Pascua, con pan sin levadura (como lo manda Éxodo 12,15).
La verdadera fiesta empezaba al atardecer.
El evangelio se concentra en las palabras decididas de Jesús y en la obediencia inmediata de los discípulos.
Hay un fuerte sentido de autoridad en las palabras de Jesús: “En tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos”.
El énfasis recae en dos frases:
“Mi tiempo está cerca”.
En la muerte de Jesús irrumpe el nuevo tiempo de la salvación.
Por eso su carácter determinante: anticipa el final de la historia, cuando se decidirá el destino humano.
Y “con mis discípulos”, ya que en todo lo que está a punto de suceder estará comprometido el vínculo entre Jesús y sus discípulos.
La “pascua”, la fiesta hebrea de la liberación, da el horizonte para interpretar el significado de la muerte y resurrección de Jesús y también el nuevo horizonte de vida que de allí se desprende para los discípulos.
Tercera escena: El desvelamiento de la identidad del traidor.
El sol se acaba de ocultar y comienza el ritual de la cena pascual.
Se trata de una fiesta de alegría, pero para Jesús y sus discípulos el momento solemne del banquete resulta inserto en un doloroso contexto de traición.
El evangelista hace sonar enseguida la nota aguda de la Pasión: “Uno de de vosotros me entregará”.
En el relato, la tensión va aumentando poco a poco hasta que revienta la confrontación final entre Jesús y Judas en el versículo final:
Cuando los discípulos escuchan la profecía tremenda de Jesús, se llenan de miedo y comienzan a preguntar: “¿Acaso soy yo, Señor?”
La indicación “uno por uno” invita al lector a hacerse la misma pregunta.
Jesús les responde dando una indicación precisa.
Sus palabras ponen de relieve la tragedia de la traición: él viola el vínculo de amistad y de confianza que Jesús celebra con sus discípulos.
Es el extremo pecado (“¡Ay de aquel!”; 26,24).
Cuando Judas hace la pregunta, el evangelista cambia la palabra “Señor” (que habían dicho los anteriores) por la palabra “Rabbí”; término que en Mateo tiene un matiz negativo).
Se pone en evidencia el contraste entre las palabras de Judas y la fe absoluta y confiada de los otros discípulos en Jesús.
Llamándolo “Rabbí”, Judas se dirige a Jesús como lo hacían los enemigos, sin reconocer la verdadera identidad de su Maestro.
Así emerge el rostro del traidor.
En su pregunta hipócrita Judas aparece definitivamente como un discípulo perdido.
. Sus palabras revelan su voluntad de hacer eliminar a Jesús y destruir así el sentido profundo de su propia vida.
La respuesta final de Jesús (ver 26,25b)
no hará sino confirmar lo que proviene de su libre decisión.
Nos hace entender nuestras catequesis plásticas.
Esperemos que el tiempo sea mejor que el del Miercoles Santo de 2012 que se suspendieron las procesiones vespertinas.
Fervor,
Fe,
Oración,
Reflexión,
Recogimiento,
Sabor
Fuerza,
Dolor
Costal
Flores
Estandartes
Escoltas
Pueblo fiel
Incienso
Cristo vive en nuestros corazones semanasanteros.
MAÑANA es DOMINGO DE RAMOS y sentiremos en nuestras calles EL SABOR DE NUESTRA SEMANA SANTA MARINERA DE VALENCIA. Ven y junto a las gentes del Cabañal, Cañamelar y Grao, desde EOS, te recomendamos que te zambullas en ella desde mañana 20 hasta el 27 de marzo vivirás devoción, fé, sentimiento, tradición y cultura junto al mar.
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