martes, 23 de febrero de 2010

RELATOS DE JOSE ANGEL: JOSE BENLLIURE GIL

En el 2010 se celebra el 155 aniversario del nacimiento de José Benlliure Gil, afamado pintor del Cañamelar
(Desde El Cañamelar, José Angel Crespo Flor).
Si en el Cañamelar ha despuntado una figura en el mundo del arte ese ha sido, sin lugar a dudas, José Benlliure GIl que nació en la calle La Reina, concretamente en la casa-alquería de Beltrán de Lis, apellido de gran prestigio hasta el punto de que hoy, los más mayores, todavía lo recuerdan.
Comoquiera que en este año de 2010 se conmemora el 155 aniversario de José Benlliure (nació el 30 de septiembre de 1855) y comoquiera que la hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos, a la que me honro en pertenecer, se encuentra en la calle de dicho nombre, se hace preciso y obligado rememorar dicha figura de nuestras artes y más, como es el caso, al nacer en El Cañamelar y bautizarse en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de ahí que, durante este año, vamos a tratar de homenajear, a través de diferentes escritos tan alta figura de nuestras artes plásticas confiando en que, a lo largo del año, se celebre una Misa en El Rosario, insisto, donde fue bautizado pues entiendo que los barrios son grandes si en él han nacido grandes hombres y José Benlliure lo es de ahí que insista en lo de la Misa al igual que estoy obligado, de vez en cuando, a rememorar la obra de este gran 'cañameler'. ¿Veis como, cuando toca también hablo del Rosario donde fui bautizado y tomé la primera comunión?. A lo mejor otros, que dudan de mi pertenencia a esta parroquia, ni han sido bautizado ni han tomado la primera comunión pero ... allá cada cual con su conciencia. Yo, desde luego, la tengo muy tranquila, aunque hable de Santa María del Mar, de D. Antonio Díaz Tortajada o del padre Olbier. A lo mejor es que allí se generan más noticias. Pero ... a lo que íbamos. Hoy toca hablar de José Benlliure, un artista que ha dado renombre al barrio en el que nació y en el que vivió de pequeño.
Hijo de Juan Antonio Benlliure Tomás y Ángela Gíl, de Alacuas, tuvo por hermanos a Blas, pintor, María, Juan Antonio, decorador, y Mariano, escultor de fama universal.
Francisco Domingo fue su primer gran maestro y con solo 16 años fue presentado en el Palacio de Oriente al rey de España, Amadeo I, por sus protectores, los diputados José Soriano Plasencia y Manuel Pascual Silvestre.
En 1872 fue a París becado por la Diputación y en la Exposición nacional de Bellas Artes de 1876, obtuvo la Tercera Medalla y el mismo premio en 1878 con la obra 'El Gólgota'. Una obra esta que no debería faltar en las cofradías, corporaciones o Hermandades del Rosario pues fue en esta parroquia donde José Benlliure recibió las aguas bautismales por las que entró a pertenecer a la Iglesia como así se hace saber en la Pila Bautismal que se encuentra en la Casa - Museo Benlliure.
En Roma trabajó junto a otro gran artista valenciano, Pinazo. Entre los dos elevaron el nivel del arte valenciano y los dos triunfaron a lo grande en la Ciudad Eterna.
En 1887 con la obra 'La visión del Coliseo' logra la !ª Medalla en la Nacional de Madrid y la Medalla de Oro en la Exposición Internacional de Munich de 1888. De 1888 a 1897 recorre entre otros países Francia, Alemania, Marruecos y Argelia alcanzando en todos ellos un notable triunfo por lo certero de su obra y por las atinadas manchas de color que supo dar a cada uno de sus cuadros.
Entre otros muchos laureles José Benlliure fue miembro numerario de san Carlos, Correspondiente de san Fernando, Presidente del Círculo de Bellas Artes y de la Juventud Artística Valenciana, Hijo Predilecto de la Ciudad de Valencia, Director del Museo Provincial de Bellas artes, Presidente de la Real Academia de Bellas Artes de san Carlos, Socio de Mérito del Ateneo de Madrid, Miembro honorario de Bellas Artes de Milán, miembro de The Hispanic of America, Gran Cruz de la Corona de Italia, caballero de la Cruz de la orden de Isabel la Católica y otros muchos galardones que jalonan la vida artística de un gran pintor que, gracias a su tenacidad, a su arte y a su buen oficio, supo ser un gran embajador del Cañamelar, barrio que le vio nacer y barrio en el que se bautizó. Una calle perpetua su vida y su obra. Que cuando caminemos por ella pensemos un poco que lo hacemos por una calle con nombre propìo, el de un gran artista que, a través de su técnica, hizo que El Cañamelar fuese muy reconocido.

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