Por MARI CARMEN SERRA.En 1995 fui obsequiada con la publicación El cólera de 1885 (110 años después), editado por la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos. No descubro nada al decir que la idea y dirección fue de mi buen amigo José Ángel Crespo, directivo del colectivo. La portada se la confió al entonces titular de Santa María del Mar, don Salvador Marqués Meseguer (1932-2002), que supo plasmar a plumilla rasgos acordes a la tragedia que daba título a libro. Principalmente el rostro del Santísimo Cristo de los Afligidos; única imagen de crucificado –aún vivo- de nuestra querida Semana Santa Marinera.
El cólera morbo asiático –nombre con el que se denominó la terrible enfermedad– llegó a esta zona en el verano de 1885 y a su paso por Villanueva del Grao, segó la vida de 105 graueros, casi el 25 por ciento de su población. Peor suerte corrió Pueblo Nuevo del Mar donde, según las estadísticas elaboradas en la época, fueron 525 los vecinos que fallecieron por dicha causa, un 41 por ciento aproximadamente de su censo.
Ya en 1884, como medida preventiva, el Ayuntamiento ordenó limpiar las acequias madres del Grao, al ser conocedor de su peligrosidad y consciente de que podían facilitar y extender los brotes de cólera.
Viendo las frías cifras de los fallecimientos, podemos hacernos una idea de lo que se vivió tanto en Pueblo Nuevo del Mar como en Villanueva del Grao. Por ello, tras dejar pasar más días de los que señalaba la ley y sin que se hubiera producido ningún nuevo caso de cólera, el domingo 11 de octubre de 1885 se celebraron en las parroquias de Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de los Ángeles sendos actos religiosos en acción de gracias. Como ya conocíamos, el Santísimo Cristo de los Afligidos salió ese día de su templo para procesionar por las calles de su demarcación.
A la lectura del preciado regalo en donde se relata la primera salida del patrón del Canyamelar en el fatídico año del cólera –cuatro días después de la festividad litúrgica de Nuestra Señora del Rosario, titular del templo–, una pregunta llenó el silencio de su lectura. ¿Saldría también el Santísimo Cristo del Grao por idéntica razón…? La curiosidad no se hizo esperar, y después de bucear por un mar de dolorosas noticias que daban a conocer en diferentes rotativos y publicaciones cuanto se vivió en 1885, se pudo afirmar con certeza que sí. El 28 de octubre de 1885 se celebró en el templo del Grao una misa solemne que tuvo como orador al canónigo arcipreste Cirujeda, capellán de honor de su Majestad. Al finalizar se cantó un Te Deum. Por la tarde se formó una procesión con la imagen del Santísimo Cristo del Grao, acompañada por el comandante de Marina, el Ayuntamiento y un pueblo que, aunque desolado y consternado por los trágicos acontecimientos, asistió masivamente.
Han transcurrido ya 15 años desde la publicación de 1995, cuya portada encabeza este artículo. En la actualidad la Hermandad del Santísimo Cristo de los Afligidos está inmersa en los preparativos de un nuevo opúsculo que rememorará el 125 aniversario de la primera salida de su imagen titular, por el suceso colérico descrito. Como el anterior, estará de igual forma dirigido por José Ángel Crespo.
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