martes, 4 de diciembre de 2007

MILES DE FIELES LLENAN LA CATEDRAL DE VALENCIA EN LA MISA DE ACCION DE GRACIAS OFICIADA POR EL CARDENAL ARZOBISPO DE VALENCIA





Más de dos mil fieles llenaron el domingo pasado la Catedral en la misa de acción de gracias presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, por su reciente creación como purpurado. Durante su homilía, el cardenal ha animado a los fieles diocesanos a asumir con alegría la "responsabilidad" de ser sede cardenalicia que ha recibido la Iglesia valentina, hecho que "debe despertar en el corazón de los cristianos en Valencia la esperanza de renovar la sociedad y el mundo, con la ayuda de Dios”, ha precisado.Además, el purpurado ha advertido de “la terrible responsabilidad de los terroristas: responderán de sus crímenes ante Dios”. El cardenal ha asegurado que “la amenaza del terrorismo sigue siendo un peligro para la convivencia y la sociedad”, por lo que “hemos de condenar siempre, sin ambigüedades ni componendas, la insensatez de sus planes de muerte”.El purpurado, que ha sido ovacionado al término de su homilía, se ha referido a otros “atentados a la paz” como las “muertes silenciosas provocadas por el hambre, el aborto, la experimentación sobre los embriones y la eutanasia”. A este respecto, ha subrayado que “el aborto y la experimentación sobre los embriones son una negación directa de la actitud de acogida del otro, indispensable para establecer relaciones de paz duraderas”.En otro momento de su homilía, el cardenal García-Gasco ha calificado como “síntoma preocupante” en España “las dificultades que los cristianos encuentran a menudo para profesar pública y libremente sus propias convicciones religiosas”, y ha constatado “con dolor” que “desde los poderes públicos se alimenta a veces no tanto una persecución violenta, sino un escarnio cultural sistemático respecto a las creencias religiosas de los católicos”. De igual modo, “no puede haber auténtica educación de las jóvenes generaciones expulsando a Dios de la enseñanza y del mundo”, porque “en lugar de alumbrar un mundo sano, se inicia una destrucción desoladora”. A pesar de todo ello, “también hoy, en medio de las dificultades del momento presente, el Señor nos invita a la confianza, a la fidelidad”, ha indicado el cardenal, que ha exhortado a los fieles de la diócesis a asumir como una responsabilidad la dignidad cardenalicia.Volteo de campanas a la entrada del cardenal, en medio de la ovación de los fielesUn volteo general de las campanas de la torre del Miguelete ha acogido la entrada del cardenal García-Gasco en la catedral, que se encontraba llena de fieles desde varios minutos antes, ocupando todos los bancos. Todas las sillas plegables dispuestas por la Seo se habían agotado.Al concluir la eucaristía, en unas palabras improvisadas, el purpurado ha señalado con humor que “no cabemos más en la Catedral. Seguro que nos ha venido muy bien el reconocimiento del Papa a la archidiócesis como sede cardenalicia”.Tras ello, ha animado a los fieles de la diócesis a “seguir ayudando al Santo Padre siempre en todo aquello que nos necesite y pida, de tal forma que no nos olvide”.Entre las autoridades que han participado en la misa se encontraban el vicepresidente del Consell Juan Cotino, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, con el primer teniente de alcalde, Alfonso Grau, y varios concejales del equipo de gobierno. También han participado en la eucaristía el presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Juan Luis de la Rúa; el presidente de BANCAJA, José Luis Olivas: el presidente del Consejo Jurídico Consultivo de la Generalitat, Vicente Garrido; el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Alfredo Peris; el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, Arturo Virosque; el presidente de la confederación empresarial autonómica, CIERVAL, Rafael Ferrando y el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Aznar. También han participado numerosas autoridades militares, entre ellas, el general Jefe de la Fuerza Acción Rápida Europea, Fernando Sánchez Lafuente, el teniente coronel de la Guardia Civil de Valencia, Juan José Garrido, así como el comandante naval de Valencia, Ramón Luis Gordillo.Obispos y sacerdotes concelebrantes.En la ceremonia han concelebrado con el cardenal los tres obispos auxiliares de Valencia, monseñores Esteban Escudero, Enrique Benavent y Salvador Giménez, y el obispo de Alcalá de Henares, el valenciano Jesús Catalá, junto al equipo de gobierno de la diócesis, el Cabildo de la Catedral y más de 40 sacerdotes.La misa contó con la intervención del Coro Catedralicio, bajo la dirección del prefecto de Música Sacra de la Seo, José Climent.



A su vez la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le regaló, en nombre del Ayuntamiento de Valencia, al cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, una imagen de plata de la Virgen de los Desamparados en reconocimiento por su creación como purpurado.Barberá, ha entregado al cardenal la imagen de la Mare de Déu, de 25 centímetros de altura, tras la misa que el purpurado ha oficiado en la Catedral.La talla está dentro de un cofre de color púrpura que “quiere ser una capilla, con los escudos del cardenal y de la ciudad de Valencia”, según ha expresado a la agencia AVAN la alcaldesa.Con el regalo, “queremos felicitar a don Agustín por su nombramiento como cardenal porque se lo merece y, en nombre de los valencianos, queremos que guarde este recuerdo de nuestra patrona para que lo proteja siempre y para que él siga guiándonos”, ha manifestado Barberá.

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