martes, 21 de agosto de 2007

UN SACERDOTE GRANOTA, VICENTE FONT ES UNO DE LOS MISIONEROS ATRAPADOS EN PERU


Vicente Font, sacerdote, misionero y levantinista es uno de los valencianos
atrapados en Peru

(Desde El Canyamelar de Valencia José Ángel CRESPO FLOR).- Aunque este texto
lo escribió con ocasión del segundo ascenso del Levante a Primera División
(junio de 2004) hoy lo refrescamos pues el sacerdote Vicente Font es uno de
los que más penurias están pasando en Peru con ocasión de su tristemente
famoso terremoto que ha llenado de luto, dolor y horfandad todo el pais.
Vicente Font Pedro, nacido en Gata de Gorgos nunca se ha ocultado de ser un
convencido hincha granota. Y de hecho siempre que sus ocupaciones pastorales
se lo han permitido no ha faltado al estadio Ciudad de Valencia enfundado
en su bufanda azulgrana que delataba claramente sus convicciones
futbolisticas.
Con ocasión del segundo ascenso del Levante UD a Primera División (Junio de
2004), Vicent Font quiso tomar parte en la Misa concelebrada que, por ese
motivo, se realizó en la parroquia Nuestra Señora del Rosario. No contento
con ello fue uno de los que esperaron a los jugadores en la puerta del
templo para, en primera persona, darle la enhorabuena por el éxito
alcanzado. Vicente Font (ordenado sacerdote en la Catedral de Valencia en
junio de 2001 por el arzobispo de Valencia mons. Agustín Garcia-Gasco) quiso
mostrarnos que se puede ser sacerdote y aficionado al fútbol a la vez y que
lo uno no quita lo otro.
¡Ojalá el Levante tome conciencia y con ocasión de su debut esta temporada
como equipo de Primera colabore de alguna forma (por ejemplo poniendo huchas
en los bajos del Estadio) con la misión que este sacerdote y aficionado del
Levante está realizando en un destrozado Peru que ya se ha cobrado más de
500 victimas. Lo recaudado se podría incrementar con alguna cantidad
importante que ofreciera la institución. Con ello se alcanzaría el objetivo
de ayudar a los más necesitados y de paso Vicente Font tendría un motivo más
para sentirse orgulloso, allá en Peru, de ser un aficionado más de nuestro
Levante UD.

DE COMO UNO SE HACE DEL LEVANTE UD
Hace alrededor de 25 años, un niño jugando en el comercio de su padre se dio
cuenta de que junto a las llaves de casa había una llave solitaria unida a
un llavero de piel negra con un escudo de color azul y rojo con un balón en
medio y un murciélago encima.
El niño no sabía de donde era la llave, ni tampoco el escudo, pero
simplemente le llamó la atención que la llave estuviese sola y ese escudo de
color que no había visto nunca.
Le preguntó a su padre y le dijeron que la llave era de la iglesia, que
estaba enfrente. Y que la tenía en el comercio por si alguien quería entrar
a visitar a Jesús cuando la iglesia estuviese cerrada. Y al niño le pareció
bien, porque era una manera de que Jesús no estuviese tan solito, y pensabe
que si iban a verlo Él se alegraría porque Jesús era muy bueno.
Después preguntó por el escudo: le dijeron que era del Levante ¿y això que
és?. Contestó. Un equipo de fútbol ¿el València?, preguntó el niño. "No
fill, més antic, pero mes pobret i xicotet". Al niño le gustó mucho que la
llave de la casa de Jesús estuviese en un llavero del Levante, pues la
iglesia era la casa más antigua del pueblo, y además, Jesús siempre quería
estar con los niños, los pequeños, los sencillos y los pobres. Así nos lo
decía siempre el sr. rector en el catecismo.
Tan contento como estaba, el niño empezó decir en la escuela que se había
hecho del Levante, y se le empezaron a reir y burlar. Que si estaba en
tercera, que si jugaba contra el Denia o Xàbia, que me hiciese del Gorgos,
etc.
Todo triste el niño le preguntó a su padre. Este confirmo sus tristezas,
¡estaba en 3ª! y por no pagar. Pero el niño recordó el llavero y a Jesús. Su
amigo Jesús pensó estaría contento de que él fuese del Levante, pues Él
nació en Belén , la más pequeña de las ciudades de Judá, como decían en el
teatro de Navidades.
El chico fue creciendo, haciéndose constante en su levantinismo. Esperaba
tener el carnet para ir a ver al levante, pues miraba con envidia cómo sus
amigos iban a ver al Valencia, Madrid o Barça.
Y se sacó el carnet de conducir. No logró convencer a nadie para que lo
acompañase. Miró y remiró el mapa de Valencia. Y allá se fue desde su Gata
de Gorgos natal. Se perdió muchas veces, pero al final llegó.
Le extrañó un estadio en medio de los campos,. Pero le gusto un detalle. El
edificio más cercano al campo era una iglesia. Estaba abierta. Entró, rezó y
se fue al fútbol: Levante - Andorra. Muy pocas personas en el campo, y el ya
no tan niño pensó ¡qué pocos son de los pobres!.
El ya no tan niño entró en el seminario. Su amigo Jesús le llamó para ser
sacerdote. Estaba en Moncada. Ahora, pensó, "podía ir más al Levante".
El niño ahora ya era mayor. Se creía listo, y por eso ya no unía Levante y
Fe. Pero le seguía gustando el fútbol, y llorando y riendo con su Levante.
Pero dudaba muchas veces: ¿que tiene que ver el fútbol y la religión?.. ¿No
será pecado meter a Dios en el fútbol?. ¿Qué sentido tiene que rece por el
Levante?. A veces pensaba "es más difícil que el Levante suba a primera que
pueda unir a Jesús con el fútbol".
Pero mira por donde, el Levante ha subido a Primera y el niño ya no tan niño
lo ha entendido. No es que el Señor sea del Levante, pero todo lo humano
bueno está cerca de lo cristiano. Los sentimientos forman las personas, El
niño ahora,(cuando redactó estos apuntes) cura de tres pueblos (ahora con
misiones pastorales en Perú), tiene el corazón de aquel niño.
Y por eso llora, grita, salta, rie con el alzacuellos escondido en el
aeropuerto. Y levanta los ojos a Dios dándole gracias por hacer feliz a
tanta gente sencilla, humilde. Siendo felices con una cosa tan sencilla como
un llavero granota unido a la llave de la Iglesia.
No sé que diría Jesús de esto. Pero el niño ya no tan niño sabe lo que le
quiere decir: gracias por ser el Señor de los pequeños, niños, sencillos,
sufrientes y pobres. Gracias Jesús por ser el amigos "dels granotes".

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