miércoles, 24 de septiembre de 2014

EL VESTA: UNA ORACIÓN POR VICENTE VISIEDO CERVERA, PADRE DEL PRESIDENTE DE LA COFRADIA DE GRANADEROS DE LA VIRGEN DE LA SOLEDAD DEL CAÑAMELAR


FCM.-Nuestra vida está llena de símbolos  el hombre propone y Dios dispone. Ayer leí, la triste noticia del fallecimiento de don Vicente Visiedo Cervera, padre de Vicente Visiedo Sentana actual presidente de los Granaderos del Cañamelar.Ayer fue su misa de corpore in sepulto.
La Virgen de la Soledad, a la que tu familia le profesais especial devoción lo amparará en el reino de los cielos.
Vicente, hago mías las palabras de mi amigo el reverendo Diaz Tortajada, en estos momentos de dolor terrenal:

Vicente, eres un granadero sabio, y creyente:
Dicen que tu padre se nos has ido.
Y tu bien sabes que no es verdad;
Está entre nosotros con una nueva dimensión;
La dimensión de los que mueren en el Señor.
Está ya en plenitud con el Padre a quien amaba.
 La historia de Vicente ha sido una historia fundamentalmente de amor,
de amor a su familia y de amor y simpatía hacia los demás.
Orar, confiada y humildemente,
en estos momentos que todos lo añoramos
es un modo real de acompañarlo como ser querido
más allá de la muerte.
Porque la oración es la que nos pone en comunión con Dios;
un Dios de vivos y no de muertos.
 Esto es también lo que hizo Jesús la noche antes de su muerte.
Pidió al Padre por todos los hombres
para que pudiésemos estar con Él,
más allá de la frontera de la muerte
que Él mismo iba a vencer con su propia muerte y resurrección.
Cuando nosotros ahora rezamos por Vicente
estamos actualizado aquella oración de Jesús
que tantas veces hemos escuchado en el Evangelio:
Queremos que estés para siempre en la gloria de Jesucristo,
ya que desde el comienzo de tu vida fuiste de Jesús,
por la fe y el bautismo.
Jesús sólo habla del descanso y del perdón,
de la puerta abierta:
“Yo soy la resurrección y la vida”;
“Hoy estarás conmigo en el paraíso”.
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados
y yo os aliviaré”.
“Yo soy el buen pastor y conozco a mis ovejas”.
“Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino prometido”.
“Nosotros hemos de gloriarnos --decía san Pablo—
en la cruz de nuestro Señor Jesucristo.
En él está nuestra salvación, nuestra gloria para siempre”.
 Al final de nuestro camino
–como también al principio-- está Dios.
Un Dios que nos acoge,
un Dios que nos recibe en Él.
Un Dios Padre que nos ha creado por amor y nos salva
en Cristo su Hijo, también por amor.
“El nos amó primero y entregó a su Hijo por nosotros
para que tengamos vida y la tengamos en abundancia”.
Esta es la fe de los cristianos.
Allí donde algunos sólo descubren el final
y la corrupción de la muerte,
nosotros descubrimos,
con los ojos iluminados del corazón,
el inicio de una vida nueva,
glorificada y resucitada en Cristo Jesús.
 Es precisamente la fe en Cristo,
muerto y resucitado la que da sentido a nuestra oración.
A partir de ahora , tenemos un nuevo aliado en el cielo.

Elevamos una oarción por su alma y y descanse en Paz junto a Dios Padre DON VICENTE VISIEDO CERVERA.

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