FOTOS MANOLO GUALLART

ANTE LA CRISIS, SOLIDARIDAD
Sacerdote-periodista
Querido cofrade:
La crisis ha traído múltiples
recortes por parte del gobierno. Pero las personas y las familias están
teniendo que hacer recortes complementarios. De nuevo muchos han tenido que
prescindir de lo superfluo y de lo conveniente para poder tener lo necesario para
vivir. Algunos es lo que han hecho toda la vida: intentar poder vivir día a
día. Hoy día no lo logran si no es con la ayuda de los demás. El peligro es que
los que tenemos sigamos pensando que estamos obligados a dar de lo que nos
sobra. Jesús y los Padres de la Iglesia nos recuerdan que es necesario ayudar
al necesitado incluso con aquello que consideramos necesario para nosotros.
Gracias a Dios siempre habrá
personas como la viuda del tiempo de Elías dispuestas a dar lo que tienen
para vivir(1 Re 17,10-16). En tiempo de una gran sequía, las cosechas son
escasas y la gente se olvida de los pobres. En medio de su miseria, la
viuda se fía de la palabra del profeta que le promete el sustento necesario, a
condición de que primero le dé de comer a él. Así lo hace y el milagro ocurre.
Cuando uno es capaz de jugarse el tipo por Dios y por sus mensajeros, Dios no
te deja en la estacada.
No hay que extrañarse que Jesús,
que tan cercano estuvo a los pobres, eligiera la figura de la viuda como
ejemplo de la práctica del bien, en particular de la limosna. El ejemplo
es tanto más provocativo pues lo que uno se esperaba es que la viuda aparezca
como una persona a la que hay que ayudar, mientras que aquí es ella la que
socorre. Su conducta aparece en contraste con la de los maestros de la Ley, que
primero devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos y luego
van a echar sus dineros al cepillo del templo (Mc 12,38-44).
La religión del letrado, su
limosna, es algo puramentedecorativo, de cara a la galería. Algo parecido nos
ocurre a nosotros a juzgar por lo que se ha dicho en el Sínodo de la
transmisión de la fe. La fe y la vida en muchos que se consideran cristianos
están separadas. La fe no toca lo profundo del ser humano, allí donde uno toma
las grandes decisiones en las que nos va la vida. Es el peligro de una religión
burguesa, que consuela en los momentos de aflicción, o ayuda a dar un sentido a
la vida, o crea un sentimiento de pertenecer a una comunidad. En realidad esa
religión decorativa y sentimental no transforma la vida ni transforma
la realidad de nuestro inmundo injusto. En ningún momento arriesgamos la
propia vida en servicio de Dios y de los demás.
Eso fue precisamente lo que hizo
la viuda del evangelio al dar su limosna. Dio todo lo que tenía para vivir, dio
su vida a favor de los demás. Es el bello gesto que anticipa la entrega de
Jesús por la salvación de los hombres. En la acción de la viuda va toda su
persona que supera infinitamente el don en el que se expresa.
Hoy es la fiesta de San Martín de
Tours. Su figura a caballo dando la mitad de su manto a un pobre que tiritaba
de frío en el invierno nos es de sobra conocida. En aquel momento de su vida,
Martín era un soldado y se estaba preparando para recibir el bautismo. Por la
noche vio en sueños que el pobre al que había vestido era el mismo Cristo. Sólo
con una solidaridad y un compartir generosos nuestro mundo tendrá
futuro. La eucaristía fue celebrada siempre en un contexto de compartir los
bienes con los pobres. No nos olvidemos de ellos pues forman parte del cuerpo
de Cristo.
Cordialmente,
Antonio Díaz Tortajada
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