lunes, 27 de septiembre de 2010

GUALLART Y CRESPO TE ACERCAN EN EOS, LA I GRAN MUESTRA DE CRUCES Y CRUCIFIJOS DE LOS AFLIGIDOS


Con las instantáneas de MANOLO GUALLART que visitó la muestra de cruces y crucifijos de los Afligidos recientemente y los textos de José Ángel Crespo, uno de los artífices de esta 'I Gran Muestra' que ya piensa en la de 2011, el camino se ha iniciado con esta I edición y seguro que el exito futuro está asegurado.Os dejamos que la recorrais con la particular visión de Guallart.


Lo que la Hermandad ha pretendido con esta 'I Gran muestra de Cruces y Crucifijos' es ensalzar la Cruz como signo no solo de muerte sino también de resurrección. Cristo murió por nosotros sí, pero con su Resurrección Gloriosa nos enseñó que no todo se acaba con la Muerte sino que después de ella nos viene la Resurrección. Una Resurrección a la que estamos llamados todos desde el mismo día en que fuimos bautizados y, por lo tanto, iniciamos nuestro camino dentro de la Iglesia.
Crucifijo donado por la Hermana Consuelo Roig del colegio Pureza de María. Puede que a simple vista resulte pequeño y sea sencilla pero su importancia viene dada porque este crucifijo está bendecido por Pío X, titular del arciprestazgo donde se encuentra la parroquia y también donde está el Colegio Pureza de María. Es sin duda una de las grandes realidades que presenta la Hermandad. Con ello la Hermandad quiere homenajear a la Institución que celebra este año el 200 aniversario de su existencia como Institución religiosa y educativa.
Los cinco velones. Significan las cinco llagas (mano derecha, mano izquierda, costado, pie derecho y pie izquierdo). cada velón lleva grabada una cruz y uno ostenta la Cruz de la Resurrección y es que la Hermandad o mejor, quienes han concebido esta Gran Primera Muestra no han querido que todo se quede en la Cruz sino que han pensado también en Pascua, en la pascua de Resurrección.
¡Magnifica obra de arte en madera!. Obra del ceramista Montoro, padre de la artista ceramista de la empresa Aiguamanil Art, ubicada en la calle José Benlliure, en pleno corazón del Cañamelar. De trazos atrevidos es uno de los crucifijos que más gusta a quien llega a presenciar esta Muestra de Cruces y Crucifijos. Tras el crucifijo puede apreciarse los ricos azulejos que envuelven al local creando así una atmósfera de tranquilidad y de relajación.
Cristo Roto. Una de las joyas de la Muestra. Antonio Díaz Tortajada, párroco de Santa María del mar lo recogió de un contenedor de basura. Al saber nuestras intenciones nos lo ha dado porque "sé y me consta que vosotros y tu José Angel en especial. lo vas a cuidar como yo lo cuidaría". La Hermandad, aprovechando la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) lo presentó en Sociedad. Y lo hizo donde toca: en la capilla de la Comunión y en presencia del titular de la Hermandad: el Santísimo Cristo de los Afligidos.

Cruces y más cruces. Hasta 125 se colocaron para la inauguración. las mismas que la efemérides que conmemora este año el titular de la Hermandad y el Señor, Patrono y Protector del Cañamelar: 125 años. Su primera salida lo vamos a recordar una vez más: 11 de octubre de 1885 con ocasión del cólera que asoló el Marítimo y buena parte de Valencia y su Provincia.

Modernidad y clasicismo se dan la mano. En esta instantánea se puede observar lo que ya hemos dicho con anterioridad: la Hermandad quería presentar 125 entre cruces y crucifijos. Lo importante era llegar a esa cifra. No importaba ni cómo eran ni el tamaño lo único si era o representaba una cruz o un crucifijo.
La cruz del Camino. Estando la parroquia del Rosario por medio y al frente de ella D. José Polo no es ninguna sorpresa que existe una Cruz del Camino Neocatecumenal. Al fin y a la postre cruz es. Entre todas destaca por su peculiar fisonomía y porque es distinta a las demás.

El Calvario. Este conjunto de cruces -cuatro en total- tienes dos explicaciones sencillas. Si uno se fija bien tiene ante sí los 'dos ladrones y Jesucristo'. Pero existe otra lectura: ' las dos llagas de las manos y la llaga de los pies'.
La Muestra no ha pasado desapercibida para casi nadie de los que la han visto de ahí que algunos hayan querido mostrar cruces que tienen en sus casas. Esta foto es un reflejo de unas cuantas. En un primer plano se puede apreciar el regalo de D. Salvador Maqués (q. e. p. d.) a Vicente Bataller - en la actualidad, vicario parroquial de Los Dolores - en su primera Misa.

El báculo de Juan Pablo II y el Vía Crucis del Cañamelar se dan la mano en el mejor de los sentidos. El Via Crucis del Cañamelar pintado sobre una cruz es obra del recordado vecino del Cañamelar Vicente Marqués (q. e. p. d.), devoto del Cristo de los Afligidos y de la Virgen del Rosario. Seguro que muchos, al contemplar esta obra, habrán rezado un padrenuestro por su eterno descanso. Si es así, mejor que mejor.
¡Otra de las joyas!. la Cruz procesional del Rosario. para que nadie tenga la menor duda los que han hecho posible esta 'I Gran Muestra de Cruces y Crucifijos' han optado por colocarle un rosario de importantes dimensiones. Con ello se gana en plasticidad pero, sobre todo, se deja clara la pertenencia de la Hermandad.Junto a la Cruz Procesional se pueden ver tres cruces realizadas con caña, una de ellas la Cruz de Caravaca y otra, también de Caravaca, realizada por los niños de la Hermandad con motivo del pasado 3 de Mayo y es que la Hermandad ha querido poner su granito de arena con el Año Jubilar que se está realizado en la población murciana de Caravaca de la Cruz.
Cruz de grandes dimensiones pero sencilla, muy sencilla. En esta ocasión la hermandad no ha elegido pues quería mostrar 125 cruces y crucifijos, una por cada año de los 125 que hace que salió por vez primera el Cristo de los Afligidos. De todas formas ¿no me digan que esta cruz a pesar de su sencillez no es bella y espectacular?. Ante ella uno cualquiera puede contemplarla y rezar en silencio y son varios los que la han besado.
¡Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu!. Una instantánea para pensar y repensar en la hora suprema que tuvo que padecer Nuestro Señor. En primer plano se puede observar todo el dramatismo de la Cruz que tuvo que soportar Jesucristo. Jesús murió por todos nosotros, también por sus verdugos, por los que lo crucificaron. Un delito que hoy también se da cuando negamos la existencia de Dios, cuando le arrinconamos y nos alineamos a favopr de los placeres terrenos, cuando anteponemos el dinero a todo lo demás y cuando colocamos a este en el centro de nuestras vidas. Cuando hacemos todo esto también estamos 'matando' a Cristo.
Tres pilas de agua bendita. Los organizadores de esta I Gran Muestra han querido hacer ver que la Cruz se puede representar de muchas maneras y formas. Y esta es una de estas maneras. Arte y cruz. Una instantánea que sirve para meditar, como todas las anteriores, pero al mismo tiempo para relajarse. Tres 'benditeras' que bien podrían reflejar las tres personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Luz de Belén. Los organizadores han colocado en el centro de la exposición , y con todo el acierto del mundo, la Luz de Belén como queriendo demostrar que con el Nacimiento de Jesús, se hizo la Luz porque Cristo es la misma Luz. El nació para que no existiera nunca más las tinieblas porque Él, insisto, es la misma luz.
De entrada uno se enfrenta a muchas cruces. Es lo que la Hermandad ha buscado y quiere. Cruces sencillas y cruces no tan sencillas, cruces de olivo y cruces-icono. En la Muestra, los organizadores han buscado que, a través de las 125 cruces expuestas y sus correspondientes carteles el visitante se sumerja en aquel Gólgota que fue testigo de la muerte de Cristo pero también que nadie se quede en la muerte sino que, a través de las Cruces Gloriosas que se han colocado, el visitante sepa que Jesús venció a la muerte, resucitando al Tercer Día.
La cruz tiene tanto poder para el cristiano que ni el terrremoto de Haití pudo con ella. En esta instantánea se puede apreciar cómo lo único que quedó en pie tras el desastre natural que sufrió Haití fue el gran crucifijo de la Catedral. Una foto que viene a reforzar lo que ya sabemos y conocemos: tenemos que abrazar la cruz para poder llegar a la Resurrección y ocupar un sitio, junto al Maestro, en los Cielos.
¡Todo está consumado!. En este crucifijo se refleja todo el dramatismo de la Cruz. Es el momento de la hora suprema, el momento de la muerte. Pero que nadie lo dude: Cristo murió perdonando a todos, también a sus verdugos. No olvidemos una de sus últimas palabras ¡"Padre perdónales porque no saben lo que se hacen"!. Y tras esta frase, una meditación de mi cosecha: ¿estamos nosotros dispuestos a perdonar a los que nos ofenden, calumnian o maltratan?.

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