
José
Vilaseca Haro es un escritor, hijo
del que fuera Secretario General de nuestra Junta Mayor, Pepe Vilaseca Pizá.-JOVIPI.Cuyo
galardón en su recuerdo torgamos cada tres años a personas o entidades que difundan
nuestra Semana Santa Marinera.
La obra
creativa de JOVIHA comenzó en 1998.A lo largo de los años, ha participado en
diversos certámenes literarios locales, hasta que, decantado definitivamente
por la novela, en 2007 presentó su obra Llamadme Monstruo al Premio
Planeta. Probó suerte de nuevo con la obra Padre Muerte, en la edición
de 2008 , que finalmente publicaría en 2009, y en la última edición de dicho
certamen participó con Los últimos días.En 2011, quedó finalista del VII
Certamen de Novela Histórica "Ciudad de Valeria", con su novela Gladius
Hispaniensis. En 2012 se alzó con el VIII Certamen de Novela Histórica
"Ciudad de Valeria" con su novela Sidi: Mi señor, ambientada
al final de la Primera
Cruzada.
El pasado año
fue el encargado de realizar el “introito” en el Sopar de la Creu Marinera, y ahora va a compartir
con los lectores de este blog una serie de artículos sobre LAS ARMAS de nuestra
Semana Santa. Aquí teneis el primero.

LAS ARMAS DE LA
SEMANA SANTA I
Por José Vilaseca Haro
Escritor
Por eso, me gustaría compartir con vosotros en EOS
algunos detalles particulares de esas armas. Hoy, comenzaremos con las armas de
los soldados romanos que custodiaban al Emperador, es decir, los Pretorianos.
Creada por César Augusto (aunque su nombre
proviene de la época de Escipión Emiliano, debido a que acampaban cerca del
Pretorio), poco antes del nacimiento de Nuestro Señor, todavía se discute
acerca del color de sus vestimentas. Aunque nuestros Pretorianos lucen una
túnica y una capa de brillante color rojo:
y en las películas de Hollywood los hemos visto
vestir el negro (como en "Gladiator" de Ridley Scott):
en realidad lo más probable es que, como la
mayoría de los legionarios, emplearan una túnica BLANCA y que las capas rojas o
púrpura estuvieran reservadas para los mandos (por cierto, las túnicas se
blanqueaban con orina).
Pero volvamos a las armas. La espada que portaban los Pretorianos, como toda la Legión, era el gladius o gladio. Se trataba de una espada corta con una afiladísima punta, que procedía de las armas celtíberas que empleaban los hispanos a las órdenes de Aníbal (por eso, esta espada también es conocida como gladius hispaniensis).
Pero volvamos a las armas. La espada que portaban los Pretorianos, como toda la Legión, era el gladius o gladio. Se trataba de una espada corta con una afiladísima punta, que procedía de las armas celtíberas que empleaban los hispanos a las órdenes de Aníbal (por eso, esta espada también es conocida como gladius hispaniensis).
Se trataba de un arma magnífica y tremendamente
efectiva que necesitaba de muy poca esgrima. El soldado la solía llevar en
combate a la altura del costado, paralela al suelo, y solo debía lanzarla hacia
delante para apuñalar a su enemigo en la femoral, en los testículos, en el
estómago, bajo el plexo solar... Sin artificios, sin florituras. Directo y
efectivo, mucho más ligera que la espada larga de los germanos.
Esta forma de combatir, evolucionada de la falange griega, se debe a la protección que proporcionaba el escudo o scutum. En el caso de nuestros Pretorianos, el escudo que portan habitualmente es más pequeño y evoca a la guardia de honor a caballo (que no podía portar el enorme escudo de la infantería a pie), como podemos ver en las imágenes.
En el caso de la Legión, los pretorianos a
pie empleaban un escudo grande y curvado, que cubría buena parte del torso y
las piernas del soldado, y que, en las filas apretadas, formaba una suerte de
"coraza común" para las primeras filas, dejando el espacio justo y necesario,
escudo contra escudo, para que pudieran lanzar estocadas con el gladius.
Espero que este bocadito de historia "semanasantera", haya sido de vuestro agrado.
Un abrazo
JOSÉ VILASECA HARO
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