miércoles, 29 de mayo de 2013

CRÓNICA DE LAS JORNADAS ANTEBELLUM Y DEL TORNEO DE WARHAMMER HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE ALMERÍA

 
CRÓNICA DE LAS JORNADAS ANTEBELLUM Y DEL TORNEO DE WARHAMMER HISTÓRICO DE ALMERÍA
  Por José Vilaseca Haro

Almería es uno de estos lugares donde el Warhammer Histórico se ha hecho popular, y qué mejor momento que sus jornadas lúdicas Antebellum para disfrutar, no solo de este juego de miniaturas, sino de los muchos juegos temáticos y wargames que se presentan en sus Antebellum, un año más entre marzo y abril.




El pasado año no pudimos acudir ni al Torneo ni a las propias Jornadas, pero en esta ocasión nada iba  a impedirnos acudir a las mismas. Así que, de nuevo el valiente Jose, con su abnegada esposa Sara y el pequeño de la familia, Miguel Ángel,  como representantes de la Asociación Lúdica La Alianza del León se metieron entre pecho y espalda los casi quinientos kilómetros que nos separan de tierras almerienses, dispuestos a conocer las tendencias del hobby, y a intentar revalidar el campeonato de 2011, esta vez con vikingos irlandeses.



La jornadas del sábado fue divertida, aunque se notó menos público que en años pasados; la crisis y los imprevistos, hicieron que el local ofreciera un aspecto desangelado en algunos momentos, aunque uno siempre veía a alguien disfrutando de sus wargames favoritos (los “jugones” de los juegos de mesa no se vieron hasta la tarde del domingo). Se pudo disfrutar del novedoso Dreadball, juego con claras reminiscencias del Blood Bowl con una dinámica rápida y agresiva. También escuchamos algunas críticas del afamado X-Wing (basado en la saga de La Guerra de las Galaxias y que apenas es jugable salvo con muchos puntos... o, lo que es lo mismo, con una inversión de dinero muy grande), y vimos algún que otro temático con buena pinta (Los Pilares de la Tierra, sin ir más lejos, o los casi wargames Command & Colors o bien Chariot Lords).



Y el Torneo… pues bien, como siempre. Ya es costumbre solucionar los problemas con buenas palabras y paciencia, y esta vez no fue una excepción. La lástima, que fuimos solo 6; es una lástima que un Torneo tan majo y tan bien dotado acabe como una pachanga de amiguetes.
En mi caso, tres victorias (dos marginales y una decisiva), que por muy poco no me sirvieron para llevarme la corona almeriense, que quedó en manos de Victor Elrudok, con sus lidios, a pesar de la derrota marginal contra un servidor en la última batalla.



En cuanto las batallas, la primera volvió a enfrentarme contra los ingleses de los Cien Años de Luismi. Conseguí alcanzar muy pronto su cañón con mi caballería ligera irlandesa (¡una gran adquisición!), y aguantar mil disparos de los arqueros de arco largo hasta conseguir uno de sus flancos, a partir del cual cayeron como fichas de dominó. Victoria decisiva para un servidor.



En la segunda partida contra griegos tardíos y sus temibles falanges, en manos de Juan Relos01. Sus numerosísimos hostigadores no consiguieron ablandar demasiado ni a mis unidades ligeras ni a mis hirdmen, y alcancé muy pronto los objetivos a ocupar. A partir de ahí, se sucedieron no menos de seis turnos de combate salvaje, después de perder muy pronto el muro de escudos (¡los xenagos hicieron su papel!) y tener que chequear desmoralización casi todos los turnos. Una arriesgada carga contra la retaguardia griega, control del centro del terreno de juego y victoria decisiva al zurrón.



La última partida, contra Víctor. Siempre es un placer jugar contra él, lleve el ejército que lleve. En esta ocasión, lidios. Pues sea: Un despliegue muy fuerte en un rincón (¡cobardeee!), y la caballería en el flanco reforzando los carros. Mis irlandeses huyen al ser disparados por ellos, impidiendo un nuevo acto heróico (aún así, ralentizan dos turnos a su caballería y sus carros), y sacrifico la mitad de mis hostigadores y una unidad de hirdmen, que entretienen durante toda la batalla ese flanco. En el otro costado, la partida de guerra de Víctor falla el chequeo en el peor momento, pierde el combate… ¡y provoca pánico en una de sus falanges! Lástima que mis hirdmen no lleguen a combatir con la falange de su general, que se libra de un capazo de bofetadas, a costa de sacrificar bárbaros y hoplitas. Victoria marginal (¡casi decisiva!), que me deja con 43 puntos, por 48 de Víctor (que ha acumulado dos masacres en sus dos primeras partidas).



Mi segundo subcampeonato de 2013 (frente a 7 campeonatos desde 2010), y sigo invicto en 27 partidas de Torneo (tan solo Helios Baca consiguió arañarme un empate en Valencia 2011). Un viaje tranquilo de vuelta (y largo; a lo tonto se nos hicieron las 2 y pico de la madrugada…), con parada en Murcia para reponer fuerzas y poder contaros la aventura.



¡Ojalá se repita el próximo año!

No hay comentarios:

Publicar un comentario