
El congreso se divierte.
He estado cuatro días en Barbastro, como miembro del XXIII Congreso de Cofradías Penitenciales de Semana Santa. No sé para qué, pues no ha sido del todo interesante. Bueno, al menos he descansado, aunque el regreso (siempre fatiga más) fue demoledor: las cinco horas holgadas que dura el viaje en el autobús, con el vídeo encendido y el sonido a toda pastilla. (Si lo hubieran apagado, hubiera sido peor: con música y radio puesta todo el rato. ¿En los viajes colectivos no hay ninguna normativa que respete los derechos al silencio de los viajeros?
Las ponencias -salvo dos- fueron muy flojitas, especialmente la de uno de los ponentes, con mucha fama y pedigrí. Dio la sensación de que no estaban preparadas, pero cuando se tiene pico de oro, se sabe salir del paso. Y eso que el tema del Congreso era de enorme interés: la dimensión social y caritativa de las cofradías. Los cofrades de Barbastro, con sus pocas posibilidades, se volcaron y eso que imagino sus medios no eran muy abundantes.
Barbastro es una ciudad que parece haber crecido descompasadamente. Su núcleo urbano antiguo es hermoso, bastante abandonado y decadente, aunque conserva algunos palacios renacentistas de ladrillo rojo muy bellos, como lo es también su catedral, que necesita una mano de restauración.
Lo más impactante: la visita al mausoleo de los Mártires Claretianos que estuvo llena de emoción. Decepcionante: la visita a Torreciudad (hacía muchos años que no había estado). EL edificio me pareció una mole artificiosa en desacuerdo y contraste con la placidez del paisaje prepirenaico. ¿Será que como estaba nublado por el norte no pude ver mis amadas montañas pirenaicas? Lo más delicioso: los estupendos vinos del Somontano.
Ya sé que en el calendario, la fecha de la Semana Santa aun está lejos (y la del año 2011 que viene, aún cae más tardía, a mitad de abril). Pero ser capellán de diez Cofradías de Semana Santa me obilaga a replantear, organizar y planificar la marcha de las cofradías por su intríseca relación con la Parroquai. Esta semana pasada he estado rodeado de libros, que he consultado, sobre el tema de la Pasión, Muerte y Resurreccion de Cristo para preparar el temario (ahora "diseño curricular") de la Escuela de Cofrades que empezaremos en septiembre. Ésta consiste en unas clases mensuales que intentan dar formación a los integrantes de las Hermandades de Semana Santa. ¡No todo es desfilar y lucirse!. Mi idea es que además de formativas sean atractivas, que ayuden a repensar el drama de Jesús como replantemiento de la fe cristiana.En este blog iré dando noticias de la acciones y proyectos de la Parroquia de los Ángeles sobre la Semana Santa Marinera.
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